_
_
_
_

Manos a la obra

La Fundación Laboral de la Construcción de Asturias abre un nuevo tipo de relación entre sindicatos y patronal

Los creadores de la Fundación Laboral de la Construcción del Principado de Asturias están convencidos de que marcarán un hito. Su creación y puesta en marcha ha levantado tantos recelos como adhesiones, porque representa un concepto novedoso y europeo de entender las relaciones laborales, muy distinto del que se estila en este sector en España. Han comenzado a pone los primeros ladrillos de un edificio que será una referencia constante a partir de ahora.

Este año la fundación destinará para sus fines, que son sociales, asistenciales y formativos, del orden de 300 millones, recaudados entre todas las empresas del sector en la región, que están obligadas por convenio a cotizar por cada uno de sus trabajadores, en la actualidad 11.000 aproximadamente.

Más información
Trabajadores cualificados

La fundación fue una propuesta de UGT que se plasmó en el convenio que, por un período de 20 meses, se firmó el pasado 14 de junio. "Nos inspiramos en instituciones similares que ya funcionan en Europa desde hace muchos años, y en los que la idea central es considerar esto como un salario social o diferido", según Benito del Mazo, secretario regional de UGT de construcción. Serafín Abilio Martínez, presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), ex-secretario general de UCD de Asturias y destacado militante del CDS en la actualidad, añade que "no hemos hecho más que copiar bien lo que ya está en marcha por ahí y contribuir a dar un paso más en la cohesión social de la comunidad".

Patronal y sindicatos no ocultan la satisfacción por una obra "pionera" que "sin embargo, ha encontrado algunas cortapisas administrativas y de las organizaciones empresariales nacionales". Los firmantes del convenio fueron por la patronal la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC) y la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios Urbanos de Gijón (Asprocon) y por los sindicatos CC OO y UGT.

Recelos iniciales

Luis Redondo, secretario regional de la construcción de CC OO, confiesa que "al principio nosotros teníamos nuestros recelos sobre esta experiencia. Hoy ya podemos decir que es muy positiva, que lucharemos para que salga bien y que la defenderemos en nuestra propia organización y donde sea necesario". Por su parte, el dirigente patronal advierte que "la cúpula de la organización empresarial tiene que comprender que estamos en un espacio europeo en todos los sentidos, también en el social, y que son necesarios nuevos modelos".Después de 11 años sin que este sector presentase conflictividad en la región "estábamos maduros para afrontar un reto como éste", según Del Mazo. La primera dificultad fue estrictamente jurídica "porque no resultó fácil encontrar una ley en la que encajase nuestro proyecto". Finalmente la fundación nació al amparo del Real Decreto 446/61, de 16 de marzo, desarrollado por la orden ministerial de 25 de enero de 1962.

Serafín Abilio reconoce "la comprensión y el impulso que dieron los secretarios generales de las federaciones de la construcción de los dos sindicatos, Manuel Garnacho y Víctor Santos; el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, y el subsecretario de Trabajo, Segismundo Crespo, que entendieron enseguida la importancia de esto", mientras que los sindicatos critican "las dificultades que encontrarnos con la patronal nacional. Es una lástima que carezcan de la capacidad de negociación que han tenido en Asturias".

Las posibilidades de extender esta experiencia al resto de España "depende de que haya un convenio único para todo el Estado, que está previsto negociar antes de tres años", según los dirigentes sindicales. "Mientras tanto nos sentimos observados, casi como unos conejillos de Indias, hasta que esto vaya prendiendo en el resto de España", afirma Luis Redondo.

Siempre por consenso

La fundación está dirigida y administrada por una junta rectora de 12 miembros formada paritariamente por patronal y sindicatos. Seis puestos corresponden a la patronal, tres a UGT y tres a CC OO. Los acuerdos se toman por consenso de las partes y no hay voto de calidad del presidente en caso de empate, lo que implica en la práctica que hay que forzar siempre la negociación y el entendimiento en todas las materias, sean trascendentes o no.El convenio y, por tanto, la fundación y sus fondos no incluyen, sin embargo, al colectivo de autónomos, unos 5.000 que trabajan en la región, "porque no es fácil encuadrarlos puesto que jurídicamente son, al tiempo, empresarios y trabajadores". Los beneficiarios, que coinciden con los cotizantes, son todos los trabajadores por cuenta ajena y todas las empresas, estén o no sindicados y pertenezcan o no las empresas a la organización patronal. "El índice de afiliación está en torno al 40%", según Del Mazo y Redondo, mientras que la CAC "encuadra al 60% de las empresas en términos cuantitativos y al 90% cualitativamente", en palabras de Serafín Abilio Martínez.

"En Europa los fondos están muy desarrollados en este sector y en otros, y han significado un avance social muy positivo y su gestión ha contribuido a mantener muy estables las relaciones entre patronal y sindicatos", según Benito del Mazo.

Funcionamiento

Para cumplir sus objetivos, la fundación se nutre con las aportaciones obligatorias de las empresas previstas en el convenio que son, este año, aproximadamente del 2,5% de la masa salarial bruta de cada trabajador, según una escala establecida de acuerdo con las categorías profesionales. Los responsables de la fundación han llegado a un acuerdo para que la Tesorería General de la Seguridad Social se encargue mensualmente de la recaudación, por medio de su aparato burocrático, para transferirla posteriormente a las arcas de la entidad.Un 1,5% se destina a un fondo general que tiene cuatro aplicaciones principales: la escuela de formación profesional (que se pondrá en marcha en 1990); concesión de becas para los tabajadores y sus hijos, dado el bajo nivel cultural del sector; ayudas para la rehabilitación y compra de viviendas, y complementos a las prestaciones de la Seguridad Social para quienes sufran incapacidades laborales transitorias (ILT).

El 1% restante va a un fóndo especial de antigüedad, destinado a compensar a los trabajadores su fidelidad al sector, en el que la mayor parte trabajan eventualmente y se ven obligados a cambiar con frecuencia de empresa no generando derechos en la misma. Por esta razón se primará la permanencia en el sector, frente al de la empresa, a la par que se favorece la movilidad de los trabajadores.

"De momento, el 90% de ese fondo se destina a compensar la antigüedad en las empresas que cuentan con plantillas más estables para que se encuentren en las mismas condiciones de competitividad que las que contratar. eventualmente por obra y que por lo tanto, sus costes salariales son, evidentemente, más bajos y estaban hasta ahora en situación ventajosa", según Armando García Adeba, gerente de la fundación.

Además de estos objetivos iniciales la fundación tiene otros, que puede ir gestionando en el futuro y cuya puesta en marcha corresponde a las decisiones que adopte la junta rectora. Los proyectos adicionales comprenden la creación de guarderías, escuelas, residencias de descanso, centros recreativos y culturales, instalaciones deportivas y servicio médicos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_