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Trabajadores cualificados

La principal obra de la fundación, el que será su buque insignia, es la escuela de formación profesional, que acogerá a parados y a hijos jóvenes de trabajadores del sector preferentemente. "Queremos romper con la escasa cualificación de quienes se incorporan a la construcción", según los dirigentes sindicales.

La fundación ya ha adquirido un terreno de 56.000 metros cuadrados al Patrimonio del Estado en Ribera de Arriba, concejo limítrofe con Oviedo, en el que ya existe una nave industrial que será rehabilitada para esta función.

Junto a la nave se construirá otro edificio, comunicados entre sí, que será la sede oficial de la fundación. Las clases prácticas de informática, delineación, laboratorio de materiales, etcétera, tendrán lugar en la nave o en el exterior de la misma en un espacio reservado para ello. "Queremos que la formación sea lo más completa posible de manera que se reproduzcan unas condiciones muy similares a las que se encontrará después el trabajador", según Armando García Adeba.

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Manos a la obra

Benito del Mazo y Luis Redondo añaden que "la formación de un trabajador nos llevará el cuádruple de horas de las que invierte habitualmente el Instituto Nacional del Empleo (Inem) en los cursillos que organiza para el sector y en los que muchas veces lo que se intenta es sólo rebajar las cifras del paro y no crear especialistas en la construcción".

Para los responsables de la fundación, "la escuela permitirá incrementar la competitividad". Lamentan, sin embargo, "las dificultades que tenemos para convertirlo en un centro homologado".

La escuela, que ya está diseñada y de la que existe un anteproyecto, funcionará en 1990, aunque "el compromiso es que ya durante este año se celebren los primeros cursos de formación", según Redondo y Del Mazo.

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