Clima de inquietud en Chile ante el plebiscito
J. C., ENVIADO ESPECIAL, Un apagón que dejó sin luz a medio país la noche del sábado, un mensaje en televisión del candidato presidencial único, general Augusto Pinochet, y una caravana de automóviles de partidarios del sí que inundó las calles céntricas de Santiago el domingo, marcaron en Chile el comienzo de la cuenta atrás hacia el plebiscito del próximo miércoles. La oposición teme que en las 48 horas previas al plebiscito ocurran provocaciones e incidentes organizados por una dictadura desesperada ante una posible derrota en las urnas.
La psicosis de compra de velas y linternas días atrás parecía justificada. La noche del sábado se produjo el primer apagón. El enviado de este diario, que cenaba en un domicilio de partidarios de Pinochet, escuchó el comentario de uno de ellos que dijo: "La alegría ya viene y ésta es la primera carcajada". Desde hace días se palpa en Chile el intento de crear una psicosis de crisis en torno al plebiscito. La oposición a la dictadura temía los últimos días, cuando está ya prohibida la propaganda y las posibilidades de denuncia están reducidas.Desde fuentes oficiales se insiste machaconamente en enseñar papeles, que demuestran la existencia de un "plan comunista" para "pasar a cuchillo a los oligarcas". Días atrás circuló un ejemplar de la publicación comunista El Siglo plagada de truculencias. El Partido Comunista denunció que se trata de una falsificación.
Varias veces en los últimos días Radio Liberación, presunta voz del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) ha interferido los telediarios en el hotel Carrera de Santiago, que está lleno de periodistas extranjeros. En otras partes de Santiago no se captaron las interferencias.
Provocación
Funcionarios del Gobierno distribuyen luego la transcripción de los mensajes del FPMR en los que se anuncia: "No terminará esta lucha, hasta que en nuestra patria no quede un solo fascista, un solo oligarca, un solo burgués". Todo esto crea un clima de inquietud y se abre la interrogante de hasta dónde llegará la estrategia de la provocación en los próximos días.
El candidato Pinochet apareció la noche del sábado en televisión, antes del apagón, y lanzó un mensaje electoralista, a pesar de que la propaganda en televisión ya concluyó oficialmente con el final de la campaña de 30 minutos diarios. Pinochet, que se presentó en traje azul, dijo al país que "la opción sí es el avance hacia la plena vigencia de la democracia". Sobre la "opción negativa" anunció el candidato que "junto a sus graves efectos económicos, representa la más completa incertidumbre política, por la variedad de sus componentes, el predominio de sectores no democráticos y lo irreal de sus propuestas". Añadió Pinochet que "la táctica de hacerla aparecer como la simple posibilidad de una elección presidencial entre varios candidatos constituye una peligrosa falacia. Votar por esa opción no es políticamente neutro. Es permitir la llegada al poder de sectores marxistas, quienes en una votación competitiva ocuparían el sillón presidencial".
Estas palabras de Pinochet revelan el escaso respeto y poca confianza que tiene en la Constitución vigente, que su régimen impuso a Chile en 1980. El triunfo del no significa simplemente que dentro de un año tendrían que convocarse, además de las legislativas, elecciones presidenciales para elegir un sucesor a Pinochet. Si votar no equivale, -como dice Pinochet- a "permitir la llegada al poder de sectores marxistas", significa que ni el dictador cree en su Constitución.
[Adolfo Suarez, ex presidente del Gobierno español y vicepresidente de la Internacional Liberal, afirmó ayer en Montevideo, antes de llegar a Santiago, que la misión del grupo que copreside para observar el plebiscito en Chile, "no es una intromisión sino una práctica común de muchísimas democracias del mundo". Con estas palabras Suarez salía al paso de las críticas del Gobierno de Pinochet contra los observadores, informa Efe].
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