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Entrevista:

Danilo Bartulín: "Peor de lo que fue no pudo ser"

Uno de los más directos colaboradores de Allende recuerda el 11 de septiembre de 1973 en Chile

Danilo Bartulín fue médico y amigo personal de Salvador Allende. Su imagen ha pasado a la historia gracias a las últimas fotografías en las que aparecía vivo el presidente chileno, el 11 de septiembre de 1973. A su lado, su estrecho colaborador Danilo Bartulín tuvo que vivir una amarga experiencia que, tras años de silencio, ha rememorado para EL PAÍS. En la actualidad vive en el exilio, después de haber padecido el horror de las cárceles chilenas. Alejado de la actividad política, se mantiene atento al proceso que vive su país y que puede poner fin, dice, a "15 años de pesadilla".

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Pregunta. ¿En qué momento fueron ustedes conscientes del significado de aquel 11 de septiembre de 1973?

Respuesta. A las 3.30 de la madrugada estábamos en la residencia presidencial. Teníamos una reunión en la que estudiábamos la posibilidad de un golpe para dentro de unos días. La primera información que llegó es que había un levantamiento parcial de la Marina en Valparaíso. Cuando vimos que la cosa no estaba clara, nos fuimos a La Moneda, a eso de las siete de la mañana. Allende habló por radio a las 7.30 y explicó lo que pasaba. Poco después hablan ya en la radio los militares de la Junta y llega el primer bando de los cuatro generales.

P. En ese momento, ¿se dan cuenta de lo que se avecina?

R. Hasta el final, creímos que había solución. La Junta Militar anunció el bombardeo del palacio de La Moneda para las once. Éramos sólo unos 30, pero no podían acercarse por tierra. Allende pidió una tregua para que salieran los civiles, las mujeres -entre las que estaban dos de sus hijas- y los carabineros que lo desearan. Nos reunió a todos y nos dijo que no se iba a rendir y que sólo tenían la obligación de quedarse con él su guardia personal y todo aquel que tuviera un fusil y supiera disparar. Nosotros teníamos bastantes armas, por eso no pudieron tomar por tierra La Moneda y tuvieron que bombardearla. Las famosas fotos en las que yo aparezco junto a Allende en La Moneda están tomadas antes de que saliera esta última gente. A los fotógrafos les quitaron los carretes, pero se salvó uno.

P. Sin embargo, la resistencia fue inútil.

R. Llega un momento, a las 11.30, en que no tenemos información de nada. Pensábamos que a lo mejor se habían decidido a no hacer el bombardeo. A las 11.55 cae la primera bomba. Cayeron 28 bombas, en 14 pasadas de los aviones. Empezó el incendio. Caía agua. Seguíamos disparando, tal y como ordenaba Allende. Él me envió a ver si a través de un citófono conectado con el exterior podíamos tener noticias. Era muy difícil respirar, porque tiraron bombas lacrimógenas. En ese instante entraron por el Patio de Invierno 30 soldados disparando y golpeando a todos con las culatas. En realidad, fui el primer preso de La Moneda, ya que me cogieron abajo intentando conectar con el exterior. Lo último que recuerdo de Allende es cuando me dijo: "Tú eres mi mejor y más leal amigo. Si yo quedo herido, pégame un tiro".

"Disparó hasta el final"

P. ¿Esa fue la última vez que vio a Allende vivo?

R. En efecto, porque a mí me sacaron al exterior y me tumbaron. Desde el suelo vi que iba saliendo todo el mundo, pero Allende no bajó. Subieron a por él. Según el relato que los mismos militares hicieron con posterioridad, Allende disparó hasta el final, murió con el cargador vacío. Después se propagó la versión de su suicidio. Hay una foto en la que aparece sentado en un sillón en una posición inverosímil. La autopsia reveló doble dirección de los disparos mortales. Es ridículo creer que se pudiera disparar dos veces con un fusil desde tan cerca. Lo prepararon para que pareciera una foto de suicida. La autopsia se hizo en el Hospital Militar. A nadie le dejaron ver el cadáver, aunque algunos médicos dijeron que tenía más de 50 balazos.

P. ¿En ningún momento se barajó la idea de intentar salvar la vida de Allende?

R. En varias ocasiones. Yo consideraba que era mejor Allende vivo que muerto. Teníamos incluso un plan previsto para poder salir con él y encerrarnos en una población popular. Sin embargo, Allende pensaba que La Moneda era el símbolo del poder constitucional y que no se podía ceder. Dudó varias veces en utilizar el operativo, pero no quiso hacerlo. A lo mejor eso hubiera cambiado la historia de Chile. Peor de lo que fue no pudo ser.

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