Su excelencia 'Sultán'

Sultán, el toro adquirido en Canadá por el Gobierno cántabro mediante el pago de un millón de dólares (unos 111 millones de pesetas), descansa desde la noche pasada en un habitáculo de 26 metros cuadrados en el Centro de Selección y Reproducción de Animales de Torrelavega (Cantabria). Llegó a las ocho de la mañana de¡ miércoles pasado a Barajas en una jaula de madera alojada en la panza de un jumbo de Iberia cargado de turistas, que invirtió unas seis horas en recorrer los 5.500 kilómetros entre Montreal (Canadá) y Madrid. El semental más caro comprado jamás por Europa en América tiene dos títulos de excelente, al igual que sus progenitores.

Hasta el aeropuerto de partida Sultán había hecho, desde su residencia, tres horas de camión, y de Madrid a Torrelavega, adonde llegó a las ocho de la noche del miércoles, realizó el viaje en otro gran transporte de ganado conducido con enormes precauciones, dado el valor de la mercancía. A los ojos de los entendidos Sultán asombra por la expresión de su cabeza, su gran capacidad corporal, la impecable línea dorsolumbar y los excelentes aplomos y grupa. Pero lo más seguro es que, extasiados ante este monumento de la raza frisona de 1.000 kilos de peso, los aldeanos se limiten a exclamar: "iJo, qué torón!"La prueba de descendencia la ha dado Sultán tras estudiarse el doble aspecto funcional y morfo lógico de unas 200 de sus hijas. A pesar de que, según los expertos en genética animal, el toro perfecto no existe, que ninguno me jora todos los aspectos de su descendencia, el polémico toro del millón posee un índice del 87% de repetibilidad y su calificación final es +13, lo que lo convierte en uno de los reproductores más acreditados de los centros de in seminación artificial de su país de origen, una potencia en estas cosas.

Su apariencia general es +14 el carácter lechero, +12; la calidad de hueso, +11, y la angularidad, +13, siempre sobre una línea estándar de cero. Dicho de otro modo, un veradero galán en plenitud de forma y siete años de edad para las vacas cántabras.

Exhibición pública

Ante tales antecedentes y tan enorme inversión se explica que el presidente del Consejo de Gobierno, Juan Hormaechea, verdadero impulsor de la importación, saliese disparado, en la noche del miércoles, en compañía de todos sus consejeros, hacia Torrelavega para comprobar "de viso" lo que sus asesores, que viajaron a Canadá para cerrar la compra, le habían contado al regreso.

Los socialistas cántabros, en la oposición, llamaron en diciembre a este toro, hoy sometido a media ración de alfalfa para que se recupere de tan agotador desplazamiento transatlántico, el "Futre de Hormaechea". Se propusieron utilizar por entonces todos los mecanismos legales para evitar la comisión de lo que calificaron un "disparate".

Sultán está ya dispuesto a cumplir su rutinaria y aburrida tarea biológica. Durante cuatro años sólo hará comer y reproducirse, comer y reproducirse, sin apenas moverse. Como el animal es rico en carne y también en carga política, Hormaechea se dispone a exhibirlo inmediatamente en Santander junto con otro ejemplar llegado también de Canadá, el Process, adquirido por medio millón de dólares.

Como se conserva en nitrógeno líquido, a 196 grados bajo cero, el semen obtenido artificialmente puede teóricamente guardarse por tiempo indefinido. Toros muertos hace 10 años continúan hoy teniendo descendencia. "La congelación", dice el director del centro de Torrelavega, Agustín González, "lo que consigue es anular plenamente la actividad celular".

Dentro de escasos días el toro del millón comenzará sus relaciones, siempre a través de la vagina artificial, con las vacas vernáculas, y 70 técnicos del centro de Torrelavega, distribuirán el licor seminal por la región de forma gratuita. No hay una lista de espera para beneficiarse de sus excelencias, pero se asegura que en principio la demanda será insuperable.

No es la primera vez que un semental probadamente fecundo en su país de origen se "amuerma" en el de adopción. Para evitar estas graves contingencias hay un seguro a todo riesgo.