El conflicto de Afganistán toca a su fin
Las tropas soviéticas pueden empezar a retirarse de Afganistán el 15 de mayo próximo si se logra un rápido acuerdo en Ginebra, según decidieron ayer el líder soviético, Mijail Gorbachov, y el dirigente afgano Mohamed Najibulá, tras considerar eliminados los "últimos obstáculo para la regulación del conflicto, contando con la participación de EE UU y la URSS como padrinos. Así lo anunció un comunicado tras el encuentro que Gorbachoy y Najibulá mantuvieron en Tashkent, la capital de la República de Uzbekistán, donde la idea de resolver el problema afgano prescindiendo de Washington fue arrinconada a favor del diálogo indirecto que mantienen Pakistán y Afganistán bajo los auspicios de la ONU.
En una conversación con agricultores, Gorbachov dijo ayer en Tashkent que "el proceso de regulación política en Afganistán está concluyendo". "Existe la certeza de que se firmará un acuerdo sobre una regulación política. Creo que Pakistán y Afganistán llegarán a un acuerdo. Creo que nosotros y los norteamericanos nos pondremos de acuerdo para ser garantes", manifestó el máximo dirigente soviético.Gorbachov y Najibulá consideraron que "como resultado de la cooperación de todos los que han participado en la regulación, en el momento actual se han eliminado los últimos obstáculos para concluir un acuerdo y proceder a su firma inmediata"- El comunicado soviético-afgano no daba detalles sobre la forma en la que han sido eliminados unos problemas que parecían seguir existiendo hasta el día 6 de abril.
En esa fecha, la agencia soviética Tass difundió un mensaje de Najibulá al secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, en el cual se acusaba a Pakistán de obstaculizar la negociación de Ginebra con su demanda de revisión de la línea Durand. Así se llama la actual frontera afganopakistaní que tiene su origen en la división efectuada en tiempos del imperio colonial británico a finales del siglo XIX.
El portavoz del Ministerio de Exteriores soviético, Guenadi Guerasimov, manifestó ayer en Moscú que la línea Durand y, los suministros de armas de EE UU y la URSS a sus respectivos clientes: el Gobierno de Kabul y la guerrilla anticomunista afgana, han sido los últimos obstáculos eliminados. Guerasimov se negó a explicar cómo se han resuelto en concreto estos dos puntos y cuál fue el contenido de la conversación entre Najibulá y Gorbachov que, según la agencia oficial Tass, se entrevistaron en una atmósfera "amistosa y de camaradería". Guerasimov calificaba ayer la situación como fluida.
En medios diplomáticos occidentales bien informados se señalaba que una intensa serie de contactos había estado en marcha durante la mañana de ayer entre Washington y Moscú mientras Gorbachov y Najibulá estaban en Tashkent.
"Gobierno de coalición
Tanto la URSS como EE UU tienen interés en participar en la resolución del conflicto de Afganistán donde están implicados desde fines de 1979 unos 115.000 soldados soviéticos. Para el presidente Ronald Reagan es una oportunidad de pasar a la historia como "el hombre que sacó a la Unión Soviética de Afganistán", señalaban los medios diplomáticos consultados.
Moscú, a su vez, necesita de EE UU para controlar el proceso denominado de "reconciliación nacional" emprendido por Najibulá para integrar a sus adversarios políticos y militares en un Gobierno de coalición. Najibulá pretende mantener su papel dirigente en este Gobierno.
La URSS es partidaria de formar un Gobierno de coalición en Afganistán "cuanto más pronto mejor", según dijo ayer Guerasimov. Medios occidentales en Moscú manifestaban que la URSS ha tenido dificultades de última hora para con vencer a Najibulá de que acepte un acuerdo en Ginebra y la resistencia de Kabul, ha sido vencida mediante unas garantías cuya amplitud no había sido divulgada.
[Los siete partidos de la resistencia afgana, que tienen su base en Peshawar (noroeste de Pakistán) han rechazado rotundamente las negociaciones de Ginebra y se oponen a un acuerdo que será probablemente firmado en uno o dos días, dijo ayer la Alianza muyahidin. Según el presidente de la Alianza, Gulbudin Hekmatyar (líder del partido radical islámico Hezb-i-Islami) "este acuerdo no pondrá fin a al guerra ni permitirá que vuelvan a Afganistán" los cinco millones de refugiados afganos que desde 1979 viven en Pakistán e Irán. Los muyahidin denuncian en un largo comunicado un acuerdo en el que ellos no participan, aunque sus intereses son defendidos por Pakistán, informa France Presse].
Según ya se acordó en Ginebra a primeros de marzo, las tropas soviéticas se retirarán de Afganistán en nueve meses. En los tres primeros abandonarán el país el 50% de los efectivos.
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