Los restos de los 10.000
prisioneros italianos cuyos restos han sido descubiertos en Deblin, a 130 kilómetros al sur de Varsovia, podrían haber sido sepultados vivos por el ejército alemán en la II Guerra Mundial en una fosa común de un campo de concentración, según revela en su último número el semanario polaco Stolica (La capital).-
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