Honduras ofrece a Nicaragua fijar una "línea de seguridad" fronteriza, dice Ortega

El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, reveló que Honduras ha ofrecido a su país desmantelar los campamentos de la contra en su territorio a cambio de que el Ejército sandinista no vuelva a realizar incursiones contra los rebeldes en el territorio vecino. De llegar a un acuerdo, ambas naciones también establecerían una línea de seguridad" en la frontera, dijo Ortega en una entrevista que se publicó ayer en el semanario norteamericano Newsweek.

Según Ortega, la oferta de Honduras consiste en la retirada de toda la presencia militar norteamericana, el desmantelamiento de las bases de la contra en su territorio y el desarme de los rebeldes. A cambio, Nicaragua debería comprometerse a suspender sus incursiones militares en territorio hondureño tras grupos rebeldes, retrasar su artillería pesada a una cierta distancia de la frontera y establecer regulaciones en los niveles de armamento.La propuesta, calificada como "muy interesante" por Ortega, también incluye la creación de una "línea de seguridad" a lo largo de la frontera, con presencia de representantes de terceros países. Asimismo, Ortega dijo que Honduras se ofreció como sede para un eventual diálogo directo entre el Gobierno de Managua y la Administración de EE UU.

Según fuentes diplomáticas y políticas citadas ayer por The New York Times, la ayuda norteamericana a la contra que pasa por Honduras podría ser drásticamente suspendida a partir del próximo año. Si eso ocurre, dicen las fuentes, la presencia de la contra en Honduras sería "económicamente insoportable" para el presidente José Azcona.

Honduras, que no reconoce oficialmente la presencia de los campamentos contras en su territorio, recibirá próximamente la visita de la comisión internacional de verificación de los acuerdos de Esquipulas 2, para comprobar que ese país no presta apoyo a los rebeldes antisandinistas.

En El Salvador, entretanto, se esperaba con preocupación el próximo retorno al país de los dirigentes del Frente Democrático Revolucionario (FDR), Guillermo Ungo y Rubén Zamora, ya que se teme que no haya seguridades suficientes para sus vidas, que nadie parece poder garantizar, informa José Comas.

Hace una semana aparecieron en El Salvador los cadáveres de dos hombres que habían sido brutalmente torturados. Sobre la piel de los muertos sus asesinos habían escrito en letras rojas los caracteres FDR. El mensaje no puede ser más claro para los dirigentes del FDR, frente político aliado de la guerrilla del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).

En Managua, Rubén Zamora, vicepresidente del FDR, afirmó que ha entendido perfectamente el mensaje de los escuadrones de la muerte, a pesar de lo cual se mostró convencido de que "ha llegado la hora de seguir la lucha política en el interior del país".

Por otra parte, un informe de las comisiones de control de armas y política exterior del Congreso norteamericano, que será presentado oficialmente hoy, afirma que tres cuartas partes de los 429 millones de dólares (unas 50.000 millones de pesetas) entregados por EE UU a El Salvador para "estabilización, restauración y ayuda humanitaria" han sido utilizadas para financiar la guerra contra los rebeldes.