La dictadura chilena intenta inhabilitar por marxista al líder Clodomiro Almeyda
La dictadura militar chilena inició el jueves su primer juicio político contra un dirigente marxista -basándose en la Constitución de 1980, que proscribe a esta ideología de la vida nacional- al acusar al socialista y presidente de Izquierda Unida, Clodomiro Almeyda, de propagar la doctrina marxista, la violencia, el totalitarismo y la lucha de clases.El juicio, junto con la promulgación el jueves de una nueva ley que sanciona la difusión a través de la Prensa de "doctrinas totalitarias", representa una nueva ofensiva contra los militantes marxistas, destinada a excluirlos por completo de la vida pública, a un año del plebiscito de sucesión presidencial.
El procurador general del Gobierno, Ambrosio Rodríguez, considerado el gran inquisidor de la dictadura, defendió la proscripción del marxismo en un alegato de dos horas y 20 minutos ante el Tribunal Constitucional de siete miembros, designados por el general Augusto Pinochet, la Junta Militar y el Tribunal Supremo. "Nadie puede invocar los beneficios de la libertad y la democracia para destruirlas", sostuvo Rodríguez. Si el tribunal lo encuentra culpable, Almeyda puede ser inhabilitado políticamente por 10 años.
Aplausos en el juicio
En un hecho que los abogados defensores de Almeyda calificaron de superrealista, las sesiones del Tribunal Constitucional se realizan en la ex sede del Parlamento, disuelto por Pinochet en 1973. Los 40 invitados (20 por la acusación y 20 de la defensa) se mantuvieron en un silencio sólo roto cuando entró Almeyda. El ex ministro de Exteriores de Salvador Allende y ex vicepresidente de la nación -que ha estado en prisión o deportado en una localidad austral desde que regresó a Chile en marzo, desafiando el exilio al que estaba sometido desde 1975- tuvo al menos una satisfacción en su primer retorno al Congreso desde 1973: aunque llegó escoltado por guardias y detenido, fue aplaudido en pie por sus invitados.El abogado Pablo Lagos, que encabeza la defensa de Almeyda, sostuvo que el dirigente socialista es acusado "por quienes efectivamente son violentistas y totalitaristas". Almeyda, que ya fue condenado a 541 días de cárcel en uno de los tres juicios que inició en su contra el Gobierno, se defendía personalmente ante el tribunal en la noche de ayer, madrugada de hoy en España. Sus asesores adelantaron que intentará demostrar la ilegitimidad de la Constitución, defenderá al marxismo como ideología y refrendará, ante sus jueces, su oposición a la dictadura.
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