Una nueva revista trata de revitalizar la producción literaria de Euskadi

Ocho años después de la desaparición de Kantil (San Sebastián, 1978-1979), un grupo de escritores vascos ha fundado la revista Literatura, con el mismo propósito de revitalizar y agrupar la producción literaria en castellano que se realiza en Euskadi.Literatura, editada por la primitiva Casa Baroja, recoge así el testigo de una serie de publicaciones, de corta existencia, que en las últimas décadas animaron intermitentemente el panorama literario vasco de lengua castellana.

La iniciativa, promovida por un variopinto grupo de autores, consagrados y noveles, ha encontrado eco entre los escritores euskaldimes que poseen también una producción propia en lengua castellana.

La incorporación de lo que algunos llaman "disidentes del euskerismo oficial" -término que apunta a una supuesta obligación moral del escritor euskaldun de expresarse exclusivamente en esa lengua- vuelve a alimentar en determinados círculos la manida polémica por la definición de "qué es ser escritor vasco".

Literatura y cine

En los dos números publicados hasta el momento, uno de ellos monográfico, dedicado al parentesco entre la literatura y el cine, la revista ha incorporado, entre otros colaboradores, a Manuel Vázquez Montalbán y a Vicente Molina Foix. Sus romotores -Raúl Guerra Garrido, Santiago Aizarna, Álvaro Bermejo, José: Acosta, Luisa Echenique, Begoña Amezto y Alejandro Arte- pretenden ahora ampliar y reforzar los contactos con otros escritores españoles o extranjeros.El próximo número, que aparecerá a primeros de noviembre, incluye como una de las aportaciones más valiosas una colaboración del poeta cubano José Cocer.

La publicación de números monográficos dedicados a abortar la relación entre la literatura y el fútbol y la literatura y el terrorismo, tema éste que suscita algunas reticencias internas, constituye uno de los proyectos más inmediatos.

La revista, que aparece con una periodicidad bimensual y que no está cerrada a la publicación de trabajos escritos en lenguas distintas al castellano, se propone vitalizar el panorama literario vasco con encuentros, tertulias, convocatorias de premios "y con todo aquello que", en palabras de Álvaro Bermejo, sirva para Ilevar a término una magnífica conspiración humana y literaria".

Se trata, en definitiva, huyendo de cualquier paralelismo, de seguir la estela dejada por aquellas publicaciones, Norai, Kurpil, Kantil y otras de existencia todavía más efímera, que vigorizaron en otros tiempos desde San Sebastián la producción literaria del País Vasco.

Los antecedentes demuestran precisamente que la aparición de una revista de estas características constituye en sí misma un acontecimiento cultural que se revela trascendente con el paso del tiempo.