Negociarlo todo
A. O. La propuesta de Mijail Gorbachov de negociar una limitación de la actividad militar en los cuatro mares nórdicos -el Báltico, el del Norte, el de Noruega y el de Groenlandia- abre un puerta hasta ahora cerrada en los foros de control de armamentos: la naval. Con ello se va completando la idea de negociarlo todo.
Las armas nucleares estratégicas y de medio alcance son ya objeto de una negociación. En Viena, la, OTAN y el Pacto de Varsovia intentan definir un mandato para una negociación sobre armamento convencional en Europa que podría incluir los sistemas que también tienen capacidad nuclear. Las armas químicas se discuten en otro foro. Pero hasta ahora no se había hablado de negociar en el terreno naval.
No es casual que Gorbachov haya elegido los cuatro mares nórdicos para su primera propuesta naval. Hablaba en Murmansk, la principal base naval soviética en la zona. Está mal situada, pero la URSS no tiene otra alternativa. La flota soviética del Báltico, según la publicación del Pentágono Poderío militar soviético, tiene 44 buques principales de superficie, y la del Norte, 75 de estas unidades, más un portaviones. Esto representa un 60% del poderío naval de superficie soviético.
Pero puede quedar inutilizado. Son mares cubiertos por hielo durante una gran parte del año, lo que no es un problema para los submarinos, pero sí para. los buques de superficie. Y en todo caso, las rutas marítimas que salen de Murmansk o del Báltico son largas y peligrosas, en razón de los cuellos de botella que pueden suponer algunos pasos, si bien la cobertura del paso entre Groenlandia, Islandia y el Reino Unido, esencial para garantizar la llegada de convoyes de EE UU en caso de guerra, provoca aún dolores de cabeza a la Alianza Atlántica.
Aunque haya quedado mermada, la superioridad naval de la OTAN sigue siendo una realidad. Si en las negociaciones sobre armamento convencional la OTAN dispone de pocas bazas, la inclusión de algunas fuerzas navales podría aportarle nuevos comodines.
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