El ex director de Bellvitge afirma que otros hospitales tenían sangre con anticuerpos del SIDA

Josep Maria Capdevila, ex director médico de la residencia de la Seguridad Social Príncipes de España, de Bellvitge, procesado por su supuesta implicación en las transfusiones de sangre con anticuerpos del SIDA, afirmó ayer que otros centros sanitarios de Cataluña también realizaron transfusiones sin cumplir la normativa de las pruebas de detección de los anticuerpos, después de que fuese ordenada por la Generalitat en noviembre de 1986. Una prueba solicitada por el juzgado, que consta en el sumario, refleja que en tres muestras de otros dos hospitales catalanes se descubrieron anticuerpos del virus, aunque no puede precisarse si la sangre fue extraída en fecha posterior a la entrada en vigor de la orden de la Generalitat que obligaba a efectuar el test.

En el sumario instruido por la investigación de las irregulares transfusiones de sangre en Bellvitge consta una documentación aportada por los laboratorios Grifols, a petición del juzgado, en la que se detalla una serie de centros hospitalarios en los que también se han detectado anticuerpos del SIDA, la mayoría de ellos con fecha anterior a la entrada en vigor de la normativa. Los laboratorios descubrieron esta circunstancia, al igual que en Bellvitge, porque están obligados a realizar las pruebas desde hace más de un año por un real decreto de ámbito estatal.Este listado de centros corresponde a muestras de sangre enviadas a los laboratorios como plasma destinado a la fabricación de hemoderivados, práctica habitual del hospital de Bellvitge y de otros centros. En la prueba solicitada por el juzgado se requería un detalle de los resultados en las pruebas practicadas en sangre de otros hospitales, tanto de toda España como, en particular, de Cataluña.

Lista de hospitales

Además de Bellvitge, en la lista figuran 11 hospitales de Cataluña y 10 del resto de España cuyas muestran han dado algún positivo, aunque únicamente en tres casos (correspondientes a dos hospitales) la fecha de finalización del análisis es posterior a la entrada en vigor de la obligatoriedad de efectuar los test. Se trata de los hospitales Álvarez de Castro, de la Seguridad Social, de Gerona, con dos muestras positivas de fecha 912-86 y 30-01-87, y el hospital comarcal de la Santa Cruz, de Vic (Barcelona) -concertado con la Seguridad Social-, de fecha 13-11-86.

La normativa entró en vigor con fecha 11 de noviembre de 1986. Hay que tener en cuenta que los laboratorios recogen en ocasiones las muestras de sangre hasta con tres meses de antelación.

Otra muestra, perteneciente al hospital General Yagüe, de Burgos, dio positivo con fecha 19-2-87. La obligatoriedad de efectuar el test había entrado en vigor en el resto de España un día antes, por lo que hay que suponer que la toma de la sangre es anterior.

La posibilidad de que existiesen anomalías en otros centros hospitalarios fue negada por el Instituto Catalán de la Salud (ICS) cuando se descubrió el caso de Bellvitge. Un responsable de los laboratorios Grifols declinó ayer hacer ningún comentario sobre el tema porque consideró que se revelarían secretos del sumario y además la divulgación de datos podría provocar repercusiones sociales graves.

El doctor Capdevila considera que no es justo que sea sólo el hospital de Bellvitge el que aparezca como un centro que no cumple una orden 11 cuando en la misma situación se encontraban otros". Afirma que "respeta la decisión judicial" por la que tiene procesado, pero sostiene que no es culpable de ningún delito contra la salud pública.

Recursos y medios

El doctor Capdevila niega que se desentendiera de la necesidad de cumplir la normativa de la Generalitat sobre las pruebas del SIDA que, según manifestó, ya se cumplimentaba en un laboratorio del hospital desde junio de 1986, pero no en el banco de sangre. El facultativo sostiene que en 1985 la dirección y la gerencia de Bellvitge expusieron a las autoridades sanitarias catalanas la necesidad de prevenir el control de la sangre por temor a las consecuencias de inocular anticuerpos del virus. Esta solicitud no obtuvo respuesta hasta la publicación de la orden en noviembre de 1986. En este sentido, considera que cuando se promulga una orden también se tienen que planificar los recursos y medios necesarios para cumplirla.

De acuerdo con su versión, uno de los factores que provocó el incumplimiento de la orden reside en el carácter burocrático habitual en los centros de la sanidad pública. Además, el ex director sostiene que el plazo para la entrega del material adquirido para realizar el test no fue cumplido y que esta circunstancia puede interpretarse como negligencia.

La investigación sobre las irregularidades en Bellvitge puede tomar otro giro en el juicio oral, según el facultativo. El doctor asegura que en ese momento se descubrirán situaciones nuevas que pueden cambiar la orientación de las acusaciones y la decisión del juzgado sobre los procesamientos. Dentro de estas responsabilidades supuestamente nuevas, el ex director de Befivitge cita "escalafones tanto del propio hospital como de fuera que actuaron negligentemente".