Un respiro para la agricultura insular

El acuerdo sobre las condiciones de acceso de los productos agrícolas canarios a los mercados comunitarios viene a ser, en la práctica totalidad de sus términos, el conseguido a finales del pasado mes de julio bajo la presidencia británica del Consejo, el cual, a su vez, recogía la mayor parte de los elementos aportados por la solución de compromiso presentada por la presidencia holandesa en la reunión, a nivel de embajadores de los doce, de 30 de junio.Una apresurada síntesis de la conclusión del tema podría ser la siguiente. Lo primero que destacar es que se ha modificado el carácter estático de los contingentes arancelarios establecidos para 10 productos hortofrutícolas de exportación (que, según el acta de adhesión, se fijaban en base a la media de las exportaciones en el trienio 1982/1984), tomándose en cuenta, por el contrario, la realidad de los envíos a la CE con la revisión al alza de los contingentes. Además, y para algunos de dichos productos, a las cantidades exportadas que sobrepasen sus respectivos contingentes se les aplicará una reducción en los derechos de aduana entre el 40% y el 60% del arancel aduanero común (o TEC).

En segundo lugar, se abre la exportación para una serie de nuevas producciones que se beneficiarán de un desmantelamiento de aranceles, sin estar sometidas, por otro lado, a contingentación; entre las mismas, por su interés futuro, merecen especial atención los frutos exóticos como el mango, la papaya y la parchita (o fruta de la pasión). De otra parte, la piña tropical gozará de franquicia total en los envíos a la Península, mientras que para el aguacate desaparece el contingente establecido, siendo sustituido por una cantidad de referencia, mecanismo mucho más flexible que el de los contingentes.

Como tercer logro está la equiparación total de Canarias al resto de España en lo que hace a los precios de referencia, mecanismo para la defensa de la producción hortofrutícola de la CE. En efecto, a partir de 1990, y en principio a lo largó de la segunda fase del período transitorio de adhesión (1990-1995), se aplicará, en igualdad de condiciones para los productores isleños y peninsulares, un sistema denominado "modulación de los precios de entrada", que en la práctica se traduce en menores posibilidades de incurrir en la imposición de tasas o gravámenes derivados de la aplicación de los precios de referencia.

Finalmente, se ha logrado la progresiva desaparición del reparto de los contingentes arancelarios entre los diversos Estados miembros, lo que comporta el que sean los exportadores canarios quienes decidan a dónde enviar sus productos conforme a la demanda de los mercados comunitarios, situación equivalente a la que existía antes de la incorporación de Canarias a la CE.

Es conveniente puntualizar, porque hace al caso, que las referidas mejoras sobre lo estipulado en el protocolo número 2 del acta de adhesión constituyen adaptaciones del régimen aplicable a Canarias en el seno de la Comunidad, de acuerdo con lo establecido por el artículo 25, apartado 4, último párrafo, del acta.

Con absoluto respeto de las opiniones que han disentido de la postura de los Gobiernos central y canario, resulta evidente que se podían aportar soluciones para hacer frente a las preocupaciones, en este orden de cosas, de los agricultores y ganaderos del archipiélago sin que fuese preciso cambiar la opción dos aprobada por la Cámara autonómica o entrar en la política agraria común.

La consecución de las mencionadas modificaciones del protocolo número 2 pone de manifiesto que el objetivo del Gobierno de Canarias de "mejorar permanentemente las condiciones de acceso de nuestras producciones agrarias a la CE ampliada",, asumido como prioritario por su presidente, Jerónimo Saavedra, en el discurso programático de investidura de julio del pasado año, no ha quedado en mera promesa, sino, muy al contrario, se ha traducido en sustanciales avances para el agro insular en la dirección deseada tanto por el sector como por el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Manuel Hernández Abreu.

Tema abierto

Pese a la trascendencia de lo obtenido, hay que añadir que el tema no está cerrado. Restan aún algunos puntos concretos por resolver (como, por ejemplo, el cambio automático de unos productos por otros dentro del volumen global de los contingentes) para poder afirmar que la situación alcanzada es la óptima, lo que requiere de ulteriores ne gociaciones. Hay, pues, que seguir batallando con la misma tenacidad, rigor y coherencia como hasta ahora se ha venido haciendo, y, en este sentido, sigue siendo absolutamente necesario mantener el frente común para que sea realidad el objetivo que todos, agricultores y Administración, comparten.

Cuestión política

Acabo ya, y lo hago manifestando mi profunda convicción de que lo que empieza a conocerse como cuestión canaria va a estar presente en la Comunidad Europea durante largos años, contándose, probablemente, entre los puntos calientes de la participación española en la vida comunitaria; cuestión, por cierto, fundamentalmente política, como en octubre de 1984 reconocía de forma explícita la Comisión: "El archipiélago desempeña un papel estratégico importante no sólo para España, sino asimismo para todo el mundo occidental. La estabilidad política de Canarias corre el riesgo de verse comprometida si la adhesión desencadenase en ellas un retroceso económico".

En la medida en que la cuestión canaria es una cuestión política, estoy asimismo convencido de que los canarios iremos logrando de la CE, con tesón, pragmatismo y sensatez en nuestros planteamientos, lo que todos, formando una piña -como decimos por las islas-, nos propongamos.