La base aérea de Ilopango, centro de operaciones de la CIA en El Salvador

La base aérea de Ilopango, en El Salvador, rodeada de bloques de hormigón que impiden ver su interior, se ha convertido en el centro de operaciones encubiertas en Centroamérica de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) y sirve para abastecer a la contra, según afírmaron funcionarios norteamericanos en El Salvador.

Los edificios de la base han albergado durante los últimos tres años a agentes de la CIA, dirigentes de los rebeldes nicaragüenses, mercenarios y consejeros militares norteamericanos según afirman funcionarios estadounidenses y dirigentes de la contra.Ahora más que nunca, la base es el centro de las operaciones organizadas por la CIA para abastecer a las fuerzas rebeldes de Nicaragua, según ha dicho Eugene Hasenfus, el norteamericano detenido en Managua tras haber sido derribado el avión en que transportaba, junto a otras tres personas que resultaron muertas, suministros para la contra.

Muchos norteamericanos que pasan por la base, situada en la zona este de El Salvador, no figuran en el registro oficial de personas que entran en este país centroamericano.

La Fuerza Aérea salvadoreña, cuyos pilotos han sido entrenados fundamentalmente en Estados Unidos, es considerada como la rama del Ejército que más cerca está de los intereses norteamericanos. Su alta disciplina, así como su importancia militar, clave en las tareas de abastecimiento a la contra, la han convertido en favorita para servir de apoyo a las actividades organizadas por la CIA en el país, según diplomáticos occidentales. Las estrictas medidas de seguridad establecidas tanto en torno a la base como en su interior hacen de ella el lugar perfecto para realizar estas operaciones encubiertas, según funcionarios norteamericanos que han vivido en El Salvador.

Hasenfus -quien declaró que su frustrado vuelo había partido de llopango- y sus camaradas muertos llevaban tarjetas oficiales de la Fuerza Aérea salvadoreña que los identificaban como consejeros militares norteamericanos, algo que la Embajada de Estados Unidos ha negado reiteradamente.

Las primeras operaciones

Los vuelos de abastecimiento a los rebeldes de la contra en territorio nicaragüense comenzaron en la primavera de 1983, a cargo de un grupo de siete agentes de la CIA. La primavera de 1983 también marca el comienzo de la construcción del edificio principal de la base. Cuando las noticias acerca de los vuelos de reaprovisionamiento de la contra se filtraron a la Prensa, el comandante de la base, general Salvador Burstillo, destituyó a un ayudante, pero mantuvo los vuelos. Este tipo de operaciones continuó después de agosto de 1984, cuando el Congreso votó una ley que prohibía cualquier ayuda militar o paramilitar a los grupos antisanidinistas, según los funcionarios consultados. Además, ese año, la Fuerza Aérea comenzó a permitir a los rebeldes nicaragüenses organizar y llevar a cabo ataques aéreos y marítimos desde Ilopango. [El senador norteamericano John Kerry, por su parte, anunció ayer que cuenta con testimonios de 50 personas que vinculan a la Administración de Estados Unidos con una red de apoyo a la contra en la que participan contrabandistas de armas y traficantes de drogas.