Los ministros de la CE no llegan a un acuerdo sobre los excedentes lácteos

Los ministros de Agricultura de la Comunidad Europea (CE) se separaron ayer en Luxemburgo sin haber logrado ningún acuerdo sobre las medidas propuestas por la Comisión Europea para reducir unos excedentes lácteos en constante aumento y cuya compra y almacenamiento absorben anualmente 6.600 millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 137 pesetas).El comisario europeo encargado de la agricultura, Frans Andriessen, reprochó a los ministros de los doce su incapacidad para tomar decisiones tendentes a resolver un problema cada vez más agudo, y el viceministro británico John Gummer, que presidía la reunión, se consoló ante la Prensa declarando en sustancia que sus colegas habían demostrado, no obstante, un mayor realismo en sus discusiones. "Nadie sugiere a estas alturas", explicó, "que es necesario encontrar nuevos mercados para la exportación".

El holandés Andriessen había propuesto tres medidas urgeptes para intentar flrenar el crecimiento de los almacena.mientos: suspender durante el invierno la compra a precio garantizado (intervención) de los excedentes de leche en polvo descremada, otorg,ar al Ejecutivo europeo la facultad de interrumpir en casos extremos la intervención sobre cualquier otro producto lácteo y acabar con la llamada compensación interregional, que autoriza a vender dentro de un mismo país las sobras de una zona excedentaria en otra deficitaria.

Oposición alemana

Ni siquiera la primera proposición del comisario fue apróbada, a causa de la tenaz hostilidad de la República Federal de Alemania, en cuyo territorio está almacenado el 85% de los 1,06 millones de toneladas de leche en polvo, mientras a la supresión de la compensación interregional se opusieron todos los, participantes excepto los representantes del Reino Unido, Luxemburgo, Portugal e Italia.

Tampoco obtuvo el visto bueno de los responsables de la Europa verde una medida paralela, consistente en aumentar de 800 a 1.780 ECU por tonelada las ayudas tendentes a incrementar el consumo de mantequilla -los almacenamientos se elevan a 1,6 millones de toneladas- por parte de las categorías sociales rnás desfavorecidas como los partidos y los pensionistas.

El Reino Unido, Holanda y España pusieron en tela de juicio la eficacia de esta iniciativa, y el representante español, Carlos Romero, aprovechó para quejarse del trato preferente que recibe la agricultura del norte de Europa en comparación con la mediterránea.

El único punto aprobado de cierta importancia fue, sin embargo, el aurriento de un 40% de las ayudas al consumo de un producto mediterráneo, el aceite de oliva -85 ECU por 100 kilos-. Esta decisión no beneficia aún a España porque los precios en su mercado interior se sitilán todavia muy por debajo del precio de referencia comunitario.