Un irónico bondadoso
"A don Ramón no le teníamos pánico, sino solamente temor, porque don Ramón es un hombre irónico, y de los hombres irónicos siempre se puede esperar un milagro... Además de irónico es un hombre bondadoso... Don Ramón es un hombre profundamente bondadoso". Así lo evoca Enrique Otte, profesor de la universidad de Berlín y discípulo de Carande en un artículo publicado recientemente en Archivo Hispalense. Rafael Pérez Delgado -prologuista del último libro publicado por Ramón Carande, Galería de rarosrecuerda que el trabajo del entonces profesor en la universidad de Sevilla "quedaba cumplido en las primeras horas de la jornada docente, pues don Ramón, labrador, vivía y vive, hasta donde le es posible, con el reloj de la naturaleza".En 1916 Carande gana su primera cátedra en Murcia. A Sevilla llega en 1918 para ocupar la cátedra de Economía y Hacienda de la universidad Hispalense. Sería rector de ésta desde enero de 1930 a marzo de 1931. Antes de llegar a Sevilla, de la que él mismo dijo que le debía todo cuanto tenía, se doctoró en Derecho en Madrid, donde, tras unos años de estancia, conoció a Francisco Giner de los Ríos.
Durante el segundo decenio del siglo estuvo vinculado al socialismo. Estuvo afiliado a UGT, y en el momento del advenimiento de la República fue nombrado consejero de Estado y dimitió del cargo porque el Gobierno no siguió los criterios de un dictamen elaborado por él. Fue tniembro de la Agrupación para el Servicio de la República, por la que fue políticamente distinguido. En la guerra civil fue tratado con hostilidad por los dos bandos: un piquete de milicianos, obreros sancionados por los consejeros de administración de las ferroviarias, le vigila durante algunas semanas en agosto de 1936. Entre tanto, en la zona nacional, es sometido a un proceso de responsabilidades políticas.
A lo largo de su vida -nació el 4 de mayo de 1887, en Palenciaeligió Sevilla como su ciudad. "Le descubrió", escribe Pérez Delgado, "en buena parte el uso práctico del tiempo y fue la escuela liberadora de su ancestral raíz humana remodelada por el magisterio europeo... El lugar ideal de su residencia para realizar sus proyectos de historiador".
El mismo Ramón Carande recuerda en su último libro cómo uno de sus contertulios de hace muchos años no le perdonaba que, siendo rector de la universidad de Sevilla, hubiera presidido una procesión de Semana Santa y no fuera detractor de las corridas de toros.
Sus conocimientos científicos y su entrañable personalidad le hicieron merecedor de numerosos premios y distinciones a lo largo de su vida. Cartero de honor del Reino, hijo adoptivo de Sevilla, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en 1985, Ramón Carande recibió en Florencia el Florino d'Oro en la facultad de Ciencias Económicas y fue investido en 1977 doctor honoris causa por la universidad Complutense.
Carande fue un trabajador infatigable. Además de innumerables artículos y trabajos de investigación publicó los libros Sevilla,fortaleza y mercado (1925), Carlos Vy sus banqueros (1943-1968) y Galería de raros (1982).
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