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Gorbachov anuncia una reducción de tropas en Afganistan

Pilar Bonet

PILAR BONETEl máximo líder de la Union Soviética, Mijail Gorbachov, anunció ayer la retirada de seis regimientos soviéticos de Afganistán antes de fin de año, y afirmó que está en estudio la retirada de una parte importante" de las tropas soviéticas estacionadas en el vecino Estado de Mongolia, país situado entre China y la Unión Soviética y aliado de este último desde 1921. Los proyectos de reducción de tropas anunciados por Gorbachov suponen un gesto simbólico hacia la República Popular China, y fueron dados a conocer por el líder soviético en un discurso pronunciado en Vladivostok, el puerto soviético más importante del Pacífico, situado a más de 9.000 kilómetros de Moscú y cerrado a los extranjeros debido a su importancia militar e industrial.

El discurso del dirigente, que se centró en la seguridad en la zona del Pacífico y la posición de la URSS en Asia, salió al paso de dos de los tres obstáculos oficiales mencionados por Pekín para la mejora de relaciones con la URSS. China quiere la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, la reducción de las tropas fronterizas en Mongolia y la solución del conflicto de Camboya.Un regimiento de carros, dos de infantería motorizada y tres de artillería antiaérea, con el material técnico y el armamento, serán repatriados antes de fin de año, en lo que Gorbachov calificó como un intento de "acelerar y dar un nuevo impulso" a una "regulación política" del conflicto. La URSS, que intervino militarmente en Afganistán en 1979, tiene, según estimaciones occidentales, 115.000 hombres en este país, de los cuales 7.000, aproximadamente, se verán afectados por la retirada, lo que supone un 6% del total.

La aviación y otros cuerpos militares especiales que intervienen en Afganistán no se ven afectados por la medida, dada a conocer dos días antes de que se reanuden en Ginebra las negociaciones indirectas entre Pakistán y Afganistán bajo los auspicios de las Naciones Unidas. El retorno de todas las tropas soviéticas de Afganistán puede acelerarse, según Gorbachov, en cuanto se elabore definitivamente una solución política. "Los plazos de su retorno por etapas", dijo, "se han acordado ya con la parte afgana". "Si continúa la intervención contra Afganistán", manifestó Gorbachov, dejando una puerta abierta a otras posibilidades, "la URSS no dejará a su vecino en la desgracia".

Reacción norteamericana

[El Gobierno norteamericano reaccionó ayer con escepticismo al anuncio soviético de la reducción de tropas de Afganistán, haciendo un llamamiento a Moscú para que efectúe una "retirada completa y rápida" de sus tropas, informa la agencia France Presse desde Washington. "Retiradas similares anunciadas en el pasado formaban parte de la rotación regular de las tropas sin ninguna disminución de las fuerzas soviéticas en Afganistán", declaró un portavoz de la Casa Blanca. "Sólo hay una solución aceptable a la ocupación soviética de Afganistán: la retirada completa y rápida de los 118.000 soldados soviéticos que se encuentran en el país", precisó el portavoz del presidente norteamericano, citando un texto que también había sido difundido por el Departamento de Estado].

Gorbachov no dio detalles sobre el proyecto de retirada de tropas de Mongolia, donde, según estimaciones occidentales, se encuentran 25.000 soldados soviéticos. La cuestión se estudia, según el líder soviético, con la parte mongola.

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Tass anunciaba ayer la llegada a la URSS del secretario general del partido comunista mongol, Zhambin Bartmunj, invitado por el Comité Central del PCU S con el propósito de "descansar".

Una visita semejante, con una redacción formulada en los mismos términos, había sido anunciada el pasado día 26 por Tass en el caso del nuevo líder vietnamita, Truong Chin.

La visita a Pekín del jefe de la delegación soviética en las conversaciones de desarme de Ginebra, Víctor Karpov, anunciada la semana pasada, constituye otro de los puntos de la ofensiva asiática emprendida por Gorbachov y en complemento a las propuestas lanzadas sobre el frente europeo.

Las relaciones entre China y la URSS han experimentado una "notable mejora", dijo Gorbachov, que se manifestó dispuesto a discutir en cualquier momento a cualquier nivel y de la forma más seria las medidas "complementarias" para crear una situación de buena vecindad.

Gorbachov reiteró la propuesta de desarme que prevé la eliminación de los misiles SS-20 en Europa y, refiriéndose a los misiles de este tipo en el continente asiático, señaló que la URSS no tiene intención de trasladar sus cohetes "de Occidente al Este y del Este a Occidente". El líder habló de "liquidación" de los SS-20 en territorio europeo, pero dejó de lado los S S-20 en territorio asiático.

Si con sus interlocutores europeos Gorbachov ha subrayado la dimensión occidental de su país, en VIadivostok subrayó la dimensión asiática, que, geográficamente hablando, es sensiblemente mayor que la anterior.

Gorbachov volvió a proponer la idea expresada por Leonid Breznev en 1969 para celebrar una conferencia asiática de acuerdo con el mismo proceso que dio lugar a la conferencia de seguridad de Helsinki.

Esta idea, expresada por Mijail Gorbachov durante la visita que el primer ministro indio, Razhiv Gandhi, realizó a la Unión Soviética, es acogida con reticencias por países como China o Japón. Japón tiene reclamaciones territoriales en relación a las cuatro islas Kuriles, ocupadas por la URSS al término de la II Guerra Mundial. Una conferencia asiática según el modelo de Helsinki consolidaría las actuales fronteras en Asia.

Gorbachov acusó a Estados Unidos de presionar a Japón y Corea del Sur para que se unan en una alianza tripartita y se pronunció contra la formación de grupos militares en el Pacífico y por la renuncia a las bases extranjeras en Asia y en el Pacífico, lo que es una clara alusión a Estados Unidos.

En las relaciones con Japón, afirmó, "se observan señales de mejora". Gorbachov se refirió a las exigencias mínimas de la defensa de la URSS en Asia -concepto que no explicó- y dijo que la URSS no irá más allá del nivel correspondiente a estas exigencias.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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