Estados Unidos alimenta con otros 100 millones de dólares la guerra de la 'contra'

Ronald Reagan logró en la madrugada del jueves (hora peninsular española) la luz verde del Congreso para continuar la guerra de Nicaragua, a pesar de que los norteamericanos rechazan mayoritariamente la militarización del conflicto. Logró así un gran triunfo para su política exterior. La Cámara de Representantes, que había votado en contra del presidente en dos ocasiones anteriores, aprobó, por 221 votos contra 209, entregar 100 millones de dólares (más de 14.000 millones de pesetas), 70 de ellos en ayuda militar, a la guerrilla antisandinista.

La resolución permite a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) reanudar sus operaciones encubiertas contra Nicaragua, que estaban prohibidas por el Congreso. Final mente, para hacer más aceptable esta política de presión militar, Estados Unidos concederá 300 millones de dólares (unos 42.000 millones de pesetas) en ayuda económica a El Salvador, Honduras, Guatemala y Costa Rica.Reagan reaccionó con júbilo al conocer el triunfo. "Es un paso adelante", afirmó el presidente, "en el consenso bipartidario sobre la política exterior norteamericana. Una vez más, miembros de los dos partidos se unen para resistir el expansionismo totalitario y para promover la causa de la democracia". Cincuenta y un congresistas demócratas votaron a favor de la propuesta de la Administración. El Senado, que ya aprobó ante riormente la ayuda a la contra, no tendrá problemas en agosto para aceptar la fórmula adoptada por la Cámara.

Los contras, una creación de la CIA a quienes Reagan llama Iu chadores de la libertad" y compa ra con los padres fundadores de Estados Unidos, recibirán pronto 40 millones de dólares en ayuda humanitaria y militar. Las primeras entregas de armas se realizarán a partir del próximo 1 de septiembre. El 15 de octubre se entregarán otros 20 millones y, finalmente, el 15 de febrero de 1987, los 40 millones restantes. La Administración ha aceptado retrasar el suministro de armas pesadas hasta febrero, pero las ligeras podrán estar en manos de los guerrilleros antisandinistas en un plazo de dos meses.

Propuesta bipartidista

La principal diferencia de la propuesta republicana, que la Admiilistración califica de bipartidaria al haber sido apoyada también por rriedio centenar de demócratas, con la alternativa demócrata es que esta última retrasaba la ayuda rnilitar hasta octubre y la supeditaba a un nuevo voto del Congreso.La oposición sólo logró que se aceptara una enmienda que prohíbe a soldados norteamericanos acercarse, en Honduras y Costa Rica, a menos de 20 millas de las fronteras de Nicaragua. "A partir de ahora, ésta es la guerra de Reagan", afirmó, disgustado tras el voto, el congresista demócrata Michael Barnes, uno de los principales críticos del presidente.

La dirección de la contra-Adolfo Calero, Alfonso Robelo y Arturo Cruz, junto con algunos comandantes rebeldes y un representante de la Democracia Cristia na nicaragüense- manifestó aye en Washington: "Ahora vamos a ofrecer resultados". Robelo, tras agradecer la ayuda al Congreso y a la Administración, afirmó que con los 100 millones de dólares se producirán "deserciones masivas, insurrecciones populares y rebeliones de comandantes militares sandinistas. Reagan defiende que la ayuda a los rebeldes tiene como objetivo presionar a los sandinistas para que negocien con la opo sición armada, pero muchos ob servadores piensan que el verda dero objetivo de la Administración es derrocar al régimen de Ma nagua, y no buscar un acomodo político con él.

[La televisión soviética calificó ayer de "vergonzosa, insensata y peligrosa" la aprobación de la ayuda norteamericana a la guerrilla antisandinista, informa France Presse. Un comentarista aseguró en el principal boletín informativo que los 100 millones de dólares estaban "directamente destinados a asesinatos y al terror".]

Adolfo Calero, el hombre fuerte del triunvirato rebelde, explicó en una conferencia de prensa que conflian en que la ayuda inmediata consista en misiles portátiles tierra-aire Stinger, capaces de derribar a los helicópteros artillados soviéticos MI-24, que se están mostrando muy efectivos contra las incursiones de los contra. El voto significa, declaró Robelo, que EE UU no abandona a la guerrilla, y es también un mensaje a Contadora para que, si quiere detener la guerra, busque en 60 (lías una solución política realista..

La votación de la Cámara ha demostrado que un presidente popular como Reagan es capaz de conseguir del Congreso casi todo lo que se proponga. La negativa del presidente de la Cámara, Tip O'Neill, a que Reagan se dirigiera a ésta antes de la votación, ha tenido los efectos contrarios a los deseados. El presidente se presentó ante el país como vetado por el Congreso en un discurso directo a la nación en el que vendió muy bien la necesidad de ayudar a la contra ahora para evitar que un futuro presidente se vea obligado a intervenir con los marines.

En silla de ruedas

El dramatismo de la situación y la importancia de la apuesta del presidente en una cuestión que considera prioritaria en su política exterior quedaron reflejados con la aparición, a la hora de votar, de un congresista republicano que está ingresado en un hospital con un cáncer y que llegó al hemiciclo en una silla de ruedas.El debate en el Congreso reflejó la existencia de un amplio acuerdo sobre la necesidad de apoyar a la pequeña guerra sucia de los contras como único medio de continuar presionando a los sandinistas para que negocien con la oposición. Este es ya un gran triunfo para Reagan, dado los ciudadanos, en una proporción de: dos a uno, se oponen a esta ayuda.

Para Reagan y para la contra que necesita armas sofisticadas para no ser aplastada por el Ejército sandinista, el tiempo es vital Si no reciben armas para presionar a Managua a la negociación, asegura el presidente, EE UU tendrá que enfrentarse a "una "cabeza de playa militar soviética" dentro del "perímetro defensivo" del país, a 500 millas de México. "Un futuro presidente y un futuro Congreso se enfrentarán a malas opciones, seguidas por peores", añadió. Años de debate parlamentario y la comprobación de que Daniel Ortega no cede en su monopolio del poder ni alivia sus lazos con la URSS y Cuba han hecho que los sandinistas hayan perdido sus últimos apoyos en el Congreso.

El sector más liberal de la Cámara de Representantes, que no quiere aparecer como blando ante el comunismo, lo que podría poner en peligro sus perspectivas de reelección en las legislativas del próximo noviembre, se esforzó en condicionar y limitar la ayuda a los rebeldes. Asimismo, por primera vez, tanto demócratas como republicanos hablan de un pequeño plan Marshall para Centroamérica, que es apoyado también por Ronald Reagan, que necesita mostrar que su política no es sólo una alternativa militar a la actual crisis.

El paquete de los 100 millones de dólares se envuelve en una ayuda económica más amplia a cuatro países de la región (Honduras, El Salvador, Costa Rica y Guatemala). Se excluye a Nicaragua. Se trata de proveer la alternativa económica "para contener al comunismo en Centroamérica".

Los liberales exigían que el Congreso garantice adónde va a parar la ayuda y cómo se gasta, y el fin de la violación de los derechos humanos por los rebeldes. Quieren la guerra, pero limpia.