Reagan se enfrenta a una rebelión en el Congreso por su decisión de abandonar el tratado SALT II
Ronald Reagan ha pedido al Congreso norteamericano que continúe financiando su programa espacial de defensa antimisiles y la mejora del arsenal nuclear de EE UU si no quiere beneficiar a la URSS. La declaración del presidente muestra la preocupación de la Casa Blanca porque peligre el programa militar de los cinco próximos años, en especial la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), ante la amenaza de los congresistas de recortar presupuestos para obligar al presidente a respetar el Tratado sobre Limitación de Armas Estratégicas (SALT II), que Reagan desea abandonar.
En el mensaje de ocho páginas dirigido a los congresistas el pasado martes, Reagan advirtió que está a punto de: ponerse en peligro la seguridad de Estados Unidos, de menoscabar las posiciones negociadoras en las conversaciones de Ginebra sobre control armamentista y de enviar "exactamente la señal errónea" a la URSS. Según Reagan, realizar recortes presupuestarios en lo relativo al potencial nuclear o a la guerra de las galaxias sería "el peor camino para responder a las actividades soviéticas".Reagan salía al paso de las dudas que existen en la Administración a propósito de la voluntad del Congreso de aprobar lo que aquélla considera gastos militares necesarios. En particular, existe gran temor a que el Senado recorte drásticamente el presupuesto para investigar en el programa de la SDI.
La intervención presidencial coincide con lascríticas de los legisladores por el anuncio presidencial de que EE UU abandonarlá el SALT II, suscrito en 1979 con la URSS, por el que se limita y controla el armamentos nuclear es tratégico si Moscú no modifica su política. Tanto demócratas como republicanos han comenzado acciones para forzar a la Casa, Blanca a respetar el pacto.
Fuentes de la Administración han manifestado su preocupación porque la decisión presidencial de romper el compromiso pueda generar un disgusto en el Capitolio que se refleje en el recorte de fondos para los programas estretégícos. "Si se meten con el control de armamentos, lo van a pagar con la. SDI", dice el representante demócrata Norman Dicks, quien introdujo una ley que prohíbe los gastos en armas estratégicas que violen las previsones del tratado SALT II.
El presupuesto de defensa aprobado por el Senado para el año próximo asciende a 301.000 millones ole dólares (unos 43,65 billones de pesetas), 19.000 millones menos de lo que quería Reagan.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ronald Reagan
- Guerra fría
- Tratado SALT
- Declaraciones prensa
- Estados Unidos
- Política exterior
- Armas nucleares
- URSS
- Bloques políticos
- Tratados desarme
- Bloques internacionales
- Gobierno
- Historia contemporánea
- Gente
- Conflictos políticos
- Relaciones exteriores
- Armamento
- Administración Estado
- Historia
- Partidos políticos
- Administración pública
- Defensa
- Política
- Sociedad