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Un médico militar argentino huye con dos hijos de madres desaparecidas

La organización Abuelas de Plaza de Mayo reclamó al presidente argentino, Raúl Alfonsín, que en su condición de comandante en jefe de las fuerzas armadas ordene la captura de Norberto Atilio Bianco, un médico del Ejército que huyó con dos niños hijos de madres secuestradas y desaparecidas durante la dictadura.Bianco, integrado en el Ejército con el grado de mayor (comandante), fue el responsable de les nacimientos clandestinos en el hospital de la guarnición de Campo de Mayo, 30 kilómetros al oeste de Buenos Aires, durante la llamada guerra sucia que los militares emprendieron contra la guerrilla de izquierda. Las mujeres embarazadas eran trasladadas al hospital en el momento de dar a luz y luego devueltas a la tortura o asesinadas sin que quedara ninguna constancia del parto.

Las Abuelas de Plaza de Mayo han seguido el rastro en cacla caso y tras investigar al mayor Bianco, comprobaron que vivía con dos niños, Carolina Susana y Pablo Hernán, de 10 y nueve años, sin que se pudiera justificar el lugar y la fecha de nacimiento. Al presentar la denuncia ante el juez Juan Padilla, éste se declaró incompetente y la causa pasó al juez Pablo Quiroga. Las abuelas han acusado a Quiroga por la "falta de acción", y recordaron que fue también este juez quien se encargó del caso de la niña Mariana Zaffaroni Islas, de la que nada se ha vuelto a saber, después de que se lograra identificarla y se realizara el trámite para reintegrarla a su legítima familia.

El 8 de abril, cuando los niños en poder del mayor Bianco debían someterse al análisis de sangre, los funcionarios judiciales advirtieron la fuga. Un día antes, los niños fueron obligados a abandonar la escuela y el matrimonio Bianco desapareció.

El padre, rechazado

La intervención directa del presidente Alfonsín podría dar con su paradero. Las abuelas aseguran que las fuerzas armadas cenocen el destino de los niños. El juez Quiroga no aceptó como iluerellante de la causa a Abel Madariaga, el padre de uno de los niños, por considerar que aún no se había probado la identidad. Silvia Quintela, esposa de Madariaga, fue secuestrada por fuerzas del Ejército y se encuentra desaparecida desde enero de 1977, cuando llevaba ya ocho meses de embarazo.Las investigaciones de las abuelas fueron criticadas por algunos columnistas de los periódicos de ultraderecha, que insisten en la justificación de la guerra sucia y valoran como un "acto de amor" el rapto de niños "abandonados", de los que son responsables iniembros de las bandas paramilitares, oficiales de la policía y de las fuerzas armadas.

El Ejército no ha dado hasta ahora ninguna respuesta oficial a las denuncias por la fuga del mayor Bianco. El segundo jefe del arma, general Mario Sánchez, asistió el jueves a la misa mensual de la organización Familiares y Amigos de los Muertos por la Subversión (Famus), junto con otros oficiales en activo y retirados, entre los que se destacaban altos funcionarios de la dictadura.

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