Ocho personas mueren en Italia víctimas de un vino adulterado

Lo llaman el vino maldito porque ha causado hasta ayer la muerte de ocho personas, mientras muchas otras corren el riesgo de quedarse ciegas. Es un vino con alto índice de metanol o alcohol metílico. El escándalo ha creado en todo el país un estado de psicosis colectiva y de rabia profunda porque la irresponsabilidad de un puñado de productores puede acarrear el desprestigio de una de las industrias más importantes de este país como es el vino. Baste pensar que en 1984-1985 se han producido 64 millones de hectolitros, mientras en el año anterior se habían superado los 70 millones.

El vino que ahora está causando muertos y pánico es el Barbera de Piemonte, de la empresa Vicenzo Adore. Se trata de un vino con una cantidad de metanol o alcohol metílico muy fuerte e ilegal. Mientras la cantidad autorizada es de 0,9%, dicho vino ha registrado un 3% y en algunos casos parece ser que hasta un 6%. Era un vino vendido en botellas de dos litros en los supermercados, a un precio bajísimo: unas 170 pesetas la botella.Los vendedores de dicho vino, Giovanni Ciravegna y su hijo Daniele, han sido llevados a la cárcel. En sus almacenes fueron secuestrados por la Guardia de Finanzas 9.000 hectolitros de vino adulterado con alcohol metílico.

Pero el problema es que, como siempre, tirando del hilo se va encontrando el ovillo, y así, después del Barbera de Piamonte, ha sido cogida con las manos en la masa otra empresa en la región de las Pullas, en el Sur. Se trata de la sociedad Fusco Antonio, de la cual han sido incautadas naves, cisternas de vino en Francia, en los puertos de Marsella y Sete, porque contenía una fuerte dosis de alcohol metílico.

No se sabe, sin embargo, si la empresa de Taranto en las Pullas estaba en conexión con la empresa de la familia Ciravegna, en Cuneo, en el norte del país.

Control del vino

El problema que se plantea ahora es que en realidad sólo un 10% del vino italiano es un doc, es decir, de origen controlado. Todo el resto, en la mayor parte de los casos, se pone a la venta sin verdaderos controles.De hecho, ayer la Unión Italiana de Químicos Higienistas hizo una dura declaración, en la que se condena la falta de estructuras de vigilancia y la falta de prevención. En un comunicado denunciaron que existe "un sistema de control tercermundista en un país que pretende ser industrializado".

Por ahora son 32 las personas hospitalizadas con síntomas de envenenamiento de alcohol metílico. Algunas de ellas son alcohólicos crónicos, habitualmente los más afectados porque consumen grandes cantidades de vino.

Los propietarios de la famosa empresa Vicenzo Adore afirman que no se explican lo acaecido, ya que esta firma nunca había sido denunciada por ilegalidades y tenía una facturación de 150 millones de pesetas.

El ministro italiano del Tesoro, Giovanni Goria, dijo el domingo que "hasta hoy, problemas con el vino hubo sobre todo por el empleo de azúcar, que en otros países europeos se admite para corregir los mostos. Hubo pequeños escándalos, pero jamás se registró un hecho tan grave como el de los Barbera".