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REBELIÓN MILITAR EN FILIPINAS

El ministro de Defensa y el jefe de las fuerzas armadas se sublevan contra el presidente Ferdinand Marcos

El ministro filipino de Defensa, Juan Ponce Enrile, y el general Fidel Ramos, jefe en funciones de las fuerzas armadas, se acuartelaron ayer, en Manila, en la sede del Ministerio de Defensa, ante las informaciones de que iban a ser detenidos, que, según dijeron, obtuvieron de fuentes próximas al presidente Ferdinand Marcos. Enrile y Ramos proclamaron que no' reconocían la reelección de Marcos a la presidencia e hicieron un llamamiento al Ejército y a otros ministros para que se unieran a ellos frente al dictador. Se temía que en cualquier momento se produjera una intervención armada de las fuerzas leales a Marcos.

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Radio Veritas, la emisora de la Iglesia católica particularmente crítica contra Marcos, era " el único vínculo que informaba a los filipinos de lo que estaba sucediendo en el interior del Ministerio de Defensa, donde Enrile, Ramos, unos 15 coroneles y un centenar de oficiales y soldados, fuertemente armados, protagonizaban la rebelión contra la dictadura de Marcos. Los insurgentes estaban acompañados por periodistas nacionales y, extranjeros, convocados por el ministro de Defensa.En medio de una situación muy confusa, Marcos dirigió un mensaje a la nación en el que ordenaba el arresto de los implicados en "ese intento abortado de golpe de Estado". Marcos dijo que la situación estaba bajo control y que los golpistas y sus seguidores "estaban acorralados". Según Marcos, Enrile y Ramos, a los que se refirió como "ex ministro de Defensa" y "ex jefe del Estado Mayor", respectivamente, proyectaban asesinarle. El dictador aseguró que el golpe fue impedido al ser detenidos algunos de los principales conspiradores.

"No se trata de un golpe de Estado, pero nos defenderemos si nos atacan", dijo Enrile, de 62 años, en clara réplica a la posibilidad de que comandos presidenciales dirigidos por el general Fabián Ver, jefe del Estado Mayor hasta el pasado domingo, puedan atacar en las próximas horas Camp Aguinaldo, la sede del Ministerio de Defensa. El general Ramos recordó, por su parte, que él era el jefe en funciones de las fuerzas armadas y que todas las tropas debían seguir sus órdenes "a fin de ir hacia una negociación pacífica". Negociación en la que, según Radio Veritas, iba a actuar como mediador, por parte de la Iglesia católica, Ricardo Vidal, arzobispo de Cebú, donde se encuentra actualmente la líder de la oposición, Corazón, Cory, Aquino.

"Cory está al corriente de la situación y segura en Cebú, donde todo está tranquilo por el momento", según declaró un dirigente de la oposición. Se espera que cancele la visita que tenía previsto realizar mañana a Davao, en la isla de Mindanao, dentro de su gira por el sur de Filipinas.

Todo comenzó a media tarde, horas después de que. Philip Habib, el enviado especial del presidente norteamericano, Ronald Reagan, abandona a Manila, con dirección a Washington, tras cinco días de consultas con Marcos, Cory y otros medios políticos y económicos filipinos. Habib intentó una mediación entre Gobierno y oposición tras el resultado de las elecciones presidenciales del pasado día 7, que, finalmente, dieron el triunfo a Marcos, a pesar de la denuncias sobre fraude, violencia e intimidación en el recuento de votos.

Antes de rebelarse, Enrile recibió informes del palacio presidencial en los que se decía que Marcos dictaría orden de arresto contra él, adelantándose al anuncio de su dimisión, previsto para mañana. Enrile, junto con el general Ramos, adoptó medidas de autodefensa en el recinto del Ministerio de Defensa, adonde se temía que pudieran acudir fuerzas del comando especial presidencial para intentar derrocar a los sublevados

Gobierno no representativo

"No puedo seguir sirviendo a este Gobierno que no representa la voluntad del pueblo", dijo Enrile a los periodistas presentes en Camp Aguinaldo, cuyos accesos se encontraban relativamente tranquilos a las diez de la noche, hora local (tres de la tarde, hora peninsular).

"Insisto en que no se trata de un golpe de Estado", repitió Enrile vestido de civil, pero con un chaleco antibalas, "pero", añadió, "vamos a defendernos contra cualquier intento de arresto".

Ramos, de 57 años, reveló que hace unos días hubo "una reunión de generales en el palacio de Malacañang, donde se hicieron planes para detener a todos los miembros de la oposición. También se elaboraron listas negras contra dirigentes de la oposición".

Enrile y Ramos lanzaron anoche llamamientos a través de Radio Veritas para que la gente apoyara su acción. También lo hizo el cardenal Jaime Sin.

Enrile sugirió que Corazón Aquino debería encabezar un futuro Gobierno en Filipinas y afirmó apoyar al movimiento de la oposición, que ganó las elecciones según el recuento independiente. Enrile aseguró que en su "propia región se ha cometido un fraude electoral de 350.000 votos".

La situación en las calles comenzó a ser de cierta confusión en el área metropolitana de Manila. Grandes filas de automóviles se formaban junto a las gasolineras, en tanto que numerosas personas hacían colas en torno a las pocas tiendas que permanecían abiertas.

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