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Solera de 10 años de arquitectura

Diez años de arquitectura catalana es el nombre con el que Cuaderns, revista del Colegio de Arquitectos de Cataluña, titula los números 164 y 165 que recientemente han sido presentados en Madrid.El marco en el que se presentó -Pabellón de Villanueva del Jardín Botánico- es significativo del refinamiento del que la revista hace gala desde 1981, en que su actual director, José Luis Mateo, se hizo cargo de ella. Revista, por otro lado, de gran solera, ya que desde que fue fundada, en 1931, por la entonces Associació d'Arquitectes de Catalunya, viene publicándose hasta la fecha casi ininterrumpidamente. A lo largo de su historia, Cuaderns ha mantenido posiciones diferentes, en función de sus directores y de la situación política. Academicista en sus orígenes, acorde con la autarquía del franquismo después, es a partir de 1958 cuando emprende una etapa de mayor incidencia cultural. La sola enumeración de los nombres de algunos de aquellos que han sido sus sucesivos directores -Vilardevall, Bonet, Cirici, Donato, Dols, Surt o Tusquets- habla elocuentemente del interés que la arquitectura catalana, sus arquitectos, han prestado a esta publicación.

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Atención a la cultura

Pero es en esta última etapa cuando la revista (contraria a lo que, desgraciadamente, le ocurre a su equivalente madrileña, Arquitectura) más se sensibiliza a los fenómenos culturales actuales, ya sean de dentro o de fuera de nuestras fronteras, contribuyendo, con auténtica vocación intelectual, alejada de todo tipo de sectarismo, a difundir la cultura de la arquitectura. Actitud abierta y rigurosa que entiende el hecho arquitectónico como fenómeno complejo y vivo en matices y al que incorpora visiones desde otras disciplinas más allá de las estrictamente arquitectónicas.

Los temas tratados en los últimos números son expresivos en este sentido: lo pasado, lo presente, lo antiguo y lo moderno contemplados a través de determinadas actitudes creativas de hoy día, o la aproximación, a través de diferentes reflexiones, al siempre impreciso término inspiración, son los contenidos de los números correspondientes al año 1984. Igualmente sugestivos se nos antojan los próximos números anunciados Plecnik, Pompeya, Lewerestz, o una reflexión sobre los arquetipos en arquitectura a través de estas diversas arquitecturas o hacia una arquitectura europea, donde se defiende la vía regionalista europea como lugar específico en donde se produce la arquitectura actual más cualificada.

De lo anteriormente dicho se desprende una indudable voluntad por ahondar en las tesis de partida que se pretenden verificar mediante la investigación de sus presupuestos iniciales. Actitud ésta afortunadamente alejada de posiciones indudablemente mucho más frívolas, en donde amiguismos o pleitesías priman sobre el rigor intelectual.

Pero, volviendo al número que provoca este comentario, Diez años de arquitectura catalana, hay que decir que es exponente claro de la actitud antes descrita. Constituye una aproximación de la arquitectura que en esta última década ha sido fundamentalmente promocionada por la Administración- realizada en el país catalán. Aproximación que se realiza estructurando el contenido en seis paquetes temáticos que, desde uno primero que incluye unas reflexiones generales realizadas por profesionales que han ocupado responsabilidades públicas, recorre el panorama completo del quehacer arquitectónico a través de: la vivienda, el espacio urbano, lo viejo y lo nuevo y la pequeña dimensión.

Los artículos de fondo, y especialmente las obras publicadas, evidencian una característica común a toda la arquitectura seleccionada: una patente elegancia, finura y sensibilidad que homogeneizan y dan cuerpo a la tan y tanto tiempo polémica escuela de Barcelona. Es obvio que la selección -como todas las antologías- resultará discutible y discutida, pero, quitando alguna inexplicable -para nosotros- ausencia (¿la remodelación en el centro histórico de Lérida de Domenech y Amadó?), entendemos que el trabajo es encomiable.

Se agradece que los editores se hayan decidido a imprimir una edición en castellano.

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