El Insalud investiga las circunstancias en que murió un vecino de Aranda de Duero
La delegación del Insalud de Burgos ha abierto una investigación con sus equipos especiales de inspección para tratar de esclarecer las circunstancias de la muerte de Jacinto de Hoz Crespo, un vecino de Aranda de Duero de 54 años, que el pasado domingo falleció de un infarto de camino hacia el hospital de los Reyes tras serie denegada, según su esposa, María Luisa Solano, la asistencia en el centro médico Menfis, de la misma localidad, por carecer de volante de ingreso.Esta versión ha sido totalmente desmentida por el mencionado centro médico -concertado con el Insalud-, que ha señalado que fueron el propio paciente y su esposa quienes no aceptaron la asistencia ofrecida por la médico de guardia, por no tratarse de un cardiólogo.
En el centro han señalado a este periódico que va a presentar una querella criminal contra Televisión Española por la información emitida sobre el caso que, a juicio del hospital, estaba manipulada.
Según la versión de la esposa del fallecido, éste se sintió repentinamente mal sobre las tres de la madrugada. "Él pensaba que eran gases pero yo, al ver que se llevaba la mano al pecho, y como un hermano suyo había tenido un infarto, me asusté y decidí llevarle, con la ayuda de un vecino, al centro médico Menfis".
El enfermo llegó por su propio pie. "Allí nos abrió la puerta un hombre que nos dijo que si no llevaba el volante de ingreso de la Seguridad Social no podían ingresarlo. Ante mi insistencía llamó a una doctora, que me dijo lo mismo. Yo entonces le pedí que me dijesen dónde podía encontrar un cardiólogo y que le diesen algo a mi marido. La doctora se fue a buscar un cardiotónico, y en vista de que tardaba y que llegó un taxi que habían pedido en el centro, salimos del mismo y fuimos al ambulatorio de la Seguridad Social, donde, ante el estado de mi marido, nos mandaron urgentemente al Hospital de los Santos Reyes, donde ya llegó muerto".
La mujer de Jacinto de Hoz insiste en que en ningún momento se le ofreció asistencia médica. "Ni le tomaron tan siquiera el pulso, y estuvo todo el rato en el pasillo".
La versión del centro médico es totalmente divergente. Según ha señalado a este periódico un portavoz de aquél, nadie en ningún momento le pidió el volante de ingreso, y se le ofreció toda la asistencia médica que puede brindar el centro. "Pero la esposa quería que le viese un cardiólogo y despreció la ayuda de la médica que le atendió. Incluso cuando fue a suministrar al enfermo un medicamento vasodilatador, éste, acompañado de su esposa, ya había abandonado voluntariamente el centro".
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