La URSS quiere que sus aliados gasten más en Defensa

El Comité Político Consultivo del Pacto de Varsovia comenzó ayer en Sofía una reunión de dos días centrada en el estudio de las medidas a tomar por el bloque militar de los países socialistas en caso de que, tras el encuentro entre el líder soviético, Mijail Gorbachov, y el presidente norteamericano, Ronald Reagan, los días 19 y 20 de noviembre, Washington persista en el desarrollo de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), o guerra de las galaxias. Uno de los grandes objetivos de Moscú en esta reunión es el de comprometer a sus aliados a un gasto mayor que hasta ahora en Defensa, ante lo que éstos se muestran reticentes.

La cumbre se celebra en el palacio de Boyana, en la capital búlgara, con impresionantes medidas de seguridad en toda la ciudad.Las delegaciones de los países aliados de la URSS están encabezadas por Erich Honecker (República Democrática Alemana), Wojciech Jaruzelski (Polonia), Nicolae Ceaucescu (Rumanía), Janos Kadar (Hungría), Gustav Husak (Checoslovaquia) y Todor Zivkov (Bulgaria). Por parte soviética asisten, además del secretario general del PCUS, el jefe del Estado, Andrei Gromiko, el ministro de Defensa, Serguel Sokolov; el de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, y el primer ministro, Nicolai Rishkov. Estará presente también el mariscal soviético Víctor Kulikov, comandante en jefe de las fuerzas conjuntas del Pacto de Varsovia.

Aunque oficialmente se trata de una reunión ordinaria, que no pudo celebrarse en enero por la enfermedad del entonces máximo dirigente del Kremlin, Konstantín Chernenko, los medios oficiales del Este le han atribuido una importancia extraordinaria, por la proximidad del encuentro Reagan-Gorbachov.

Los países socialistas consideran que la situación política internacional ha variado sustancialmente desde el anterior encuentro del comité consultivo, celebrado en abril en la capital polaca, para renovar el Pacto de Varsovia por otros 20 años.

Los dos factores fundamentales para este cambio, que son los ejes del encuentro de Sofía, son las propuestas de desarme hechas por Gorbachov en su reciente visita a París y la persistencia de la Casa Blanca en la puesta en marcha de la iniciativa de defensa estratégica (SDI).

Como anunció Sergei Jromeiev, jefe del Estado Mayor soviético, en un artículo del diario Pravda el 19 de octubre, en caso de que Washington siga adelante con la guerra de las galaxias la URSS emprenderá un plan de rearme. Éste incluiría, tanto el desarrollo de un sistema de defensa estratégica análogo al SDI, como un incremento del potencial de mislles nucleares intercontinentales.

En Sofía, los dirigentes del Pacto de Varsovia es probable que acuerden -y quizás lo anuncien hoy, tras concluir la reunión- las medidas concretas para hacer frente a la SDI. Los países socialistas consideran que el programa norteamericano tiene como objetivo crear la posibilidad de que Washington aseste un primer golpe nuclear a la URSS, sin temor al contragolpe soviético, gracias a su nuevo sistema antimisiles.

Mayores gastos

No menos importante que las propias medidas es su financiación y la inversión que supondrían. La URSS busca una mayor participación de los aliados en los gastos de la alianza militar. Pero los países miembros del pacto, algunos con sus economías nacionales en situación de enorme precariedad, tienen sus esperanzas puestas en un avance en la distensión como resultado del encuentro de Ginebra que haga innecesario el rearme.

Países como Hungría y Bulgaria, con serias dificultades economicas, y Polonia y Rumanía, en situaciones muy graves, sufrirían las consecuencias de tener que embarcarse en un intenso programa de inversión armamentista.

En la reunión se estudian, además, fórmulas de cooperación tecnológica, que podrían ser lanzadas por el indeseado rearme. Pese a todos los esfuerzos, la cooperación tecnológica como una faceta más de la cooperación económica en la alianza no ha registrado los avances que se esperaban en el marco del Comecón (Mercado Común de los países del bloque socialista), pero algunos medios oficiales búlgaros informaban ayer que la reunión podría hacer nuevas propuestas constructivas para la paz y la distensión y se hacían eco de las declaraciones de funcionarios soviéticos, como el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Vladimir Lomeiko, que consideran que la actual situación es una "encrucijada".

Medios políticos en Bulgaria manifiestan, sin embargo, que es a Estados Unidos a quien corresponde hacer ahora un gesto de acercamiento y que la URSS ya llegó hasta donde podía con sus ofertas de París, con ocasión de la visita de Gorbachov. Mayores concesiones, indican, podrían considerarse un signo de debilidad tanto entre los sectores duros del Este y los militares, como para los halcones en Washington.

Las contradictorias interpretaciones del acuerdo de sistemas antimisiles (ABM) de 1972 que se han hecho últimamente en Estados Unidos han creado gran inseguridad y preocupación en el Este de Europa. El entusiasmo creado por las propuestas de Gorbachov ha dado paso al escepticismo.