El Gobierno y los grupos ecologistas presentarán un frente común en la reunión de Londres sobre vertidos nucleares

La Administración española y los grupos ecologistas -especialmente Greenpeace y la Federación de Amigos de la Tierra- se opondrán frontalmente a la reanudación de vertidos radiactivos de media y baja actividad en el mar. Esta opción la defenderán en la novena reunión del Convenio de Londres, que comienza el próximo lunes, día 23, en la capital del Reino Unido. En esta misma línea, 450 ayuntamientos españoles han firmado una moción en la que instan a las partes contratantes del convenio para que prohiban los vertidos por su peligrosidad y por la falta de seguridad científica y de control.

La Convención de Londres, que reunió por primera vez en 1972 a 80 países miembros de las Naciones Unidas, prohibió desde el principio los vertidos en el mar de desechos radiactivos de alta actividad pero permitió los de media y baja actividad. Debido a las presiones, se acordó en 1983, a propuesta de la delegación española, suspender por dos años todo vertido de sustancias radiactivas.La convención de este año debe decidir si prohibe totalmente los vertidos de mediana y baja actividad o si prorroga la moratoria que existe desde 1983. Estas posibles medidas son defendidas por España y los ecologistas y apoyadas al menos por 20 países.

El país que se opone más frontalmente es el Reino Unido. La Administración británica se apoya para mantener esta postura en el informe que ha elaborado una comisión de expertos científicos del Convenio de Londres.

El informe llega a la conclusión de que no existen motivos científicos para suponer que los vertidos en el mar son más peligrosos que los enterramientos en tierra firme, pero no se han puesto de acuerdo a la hora de determinar con claridad el grado de peligro. Este informe será refutado por la delegación oficial española y por los grupos ecologistas que asistirán en calidad de organizaciones invitadas por el Convenio de Londres.

El Reino Unido, país que ha vertido el 90% de sustancias radiactivas que se encuentran en la fosa atlántica, suspendió los vertidos en 1983 como consecuencia de la moratoria acordada por los países firmantes del Convenio a propuesta de España. Según algunos observadores, el Reino Unido se vió obligado a cumplir estos acuerdos debido a la negativa de los sindicatos británicos del Transporte a transportar y tirar dichas sustancias al mar.

Acciones de los ecologistas

Para que se produzca la prohibición de vertidos de mediana y baja actividad, se requerirá al menos el apoyo de dos tercios de los votos de los países asistentes. Fuentes gubernamentales españolas estiman que pueden manifestarse en contra de la prohibición, además del Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Suiza, África del Sur, Holanda, Bélgica y Suiza.Precisamente estos países son los que han echado más residuos radiactivos al mar en los casi 40 años que ha durado hasta ahora el proceso de vertidos. Podrían abstenerse Brasil, Francia, República Federal de Alemania, Grecia y la URSS.

La reunión de Londres estará precedida por acciones de grupos ecologistas en contra de los vertidos. La Federación de Amigos de la Tierra (Internacional), que ha tramitado la moción contra los vertidos firmada por 450 ayuntamientos de toda España, ha convocado una serie de manifestaciones para mañana, domingo, en Londres que se realizarán delante de la sede de la convención y frente al río Támesis.

Por su parte, la asociación ecologista internacional Greenpeace, que también asistirá como grupo no gubernamental invitado a la conferencia, ha llevado a cabo una campaña previa de información y manifestaciones para mostrar su oposición a los vertidos. Además de los actos celebrados en Galicia y Madrid, ha convocado para hoy una manifestación en Madrid y otra para mañana en Londres.