40 años de basura nuclear
El primer programa de vertido de residuos radiactivos en el mar se remonta a 1946: Estados Unidos arrojó a partir de esta fecha y durante los 20 años siguientes una cantidad de desechos de baja y media actividad evaluada en 100.000 curios (unidad que se utiliza para medir la actividad de la sustancia radiactiva). Este programa, que afectó a 50 puntos distintos, fue progresivamente abandonado hasta quedar paralizado en 1970. En la toma de esta decisión influyeron las protestas de México y de los ecologistas, así como motivos de tipo económico, político e incluso estratégico.
En Europa la práctica de vertidos comenzó en fechas similares. El Reino Unido ha vertido desde entonces el 90% de las sustancias radiactivas que se encuentran en la fosa atlántica, a 700 kilómetros de las costas gallegas. Sólo desde 1949 hasta 1966 este país depositó en el Atlántico 42.826 toneladas de residuos radiactivos.
En 1970, la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico) eligió una fosa a 4.000 metros de profundidad, situada a 700 kilómetros de las costas gallegas. Desde entonces ocho países han efectuado en este lugar un depósito de 96.000 toneladas de desechos. En 1974, Francia, Italia, la República Federal de Alemania y Suecia se retiraron de las operaciones de vertido optando por el almacenamiento terrestre. Bélgica, Holanda, Suecia y el Reino Unido continuaron con los vertidos hasta 1983, año de la moratoria.
El Reino Unido considera seriamente la inmersión de desechos líquidos, altamente radiactivos. EE UU y Japón han anunciado su intención de comenzar nuevos programas para desembarazarse de desechos radiactivos.
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