Espaguetis contra naranjas, nuevo capítulo en la guerra comercial entre EE UU y la CEE

Espaguetis contra naranjas, tal parece ser un nuevo capítulo en la guerra comercial entre la CEE y Estados Unidos. Washington ha amenazado con tomar represalias contra la importación de pasta comunitaria por lo que considera un agravio a sus intereses: las preferencias que la Comunidad Económica Europea otorga a los cítricos de la cuenca del Mediterráneo. Ayer, en Luxemburgo, los ministros de Asuntos Exteriores de los diez, en una dura declaración, avisaron que "si Estados Unidos recurre a una acción unilateral, la CEE se verá obligada a tomar medidas de represalia".

La CEE tiene estipulados unos aranceles del 20% a la importación de cítricos. Sin embargo, a algunos países de la cuenca del Mediterráneo. -incluida España- la Comunidad aplica desde los años setenta unos aranceles más bajos (que van del 12% al 4%, según los países). Estados Unidos quiere el mismo tratamiento para sus agrios.El asunto con Estados Unidos lleva coleando desde hace años, pero en diciembre un panel del GATT dio la razón a Washington, aunque la CEE nunca ha aceptado este dictamen por considerar que el tema había quedado ya zanjado años atrás, y que además las preferencias no están destinadas a favorecer las exportaciones comunitarias, sino a contribuir al desarrollo de los países mediterráneos.

Washington podría decidir hoy mismo una subida de los aranceles sobre la importación de pasta de un 20%. Italia exporta a Estados Unidos por valor de unos 35 millones de dólares anuales. "Una acción así", manifestó ayer la CEE, "será particularmente intempestiva" en un momento en el que se intenta relanzar una nueva ronda de negociaciones multilaterales en el GATT. Tales medidas "sólo, podrían acentuar las tensiones en las relaciones comerciales entre la Comunidad y Estados Unidos", aseguró la CEE. El presidente de la reunión comunitaria de ayer, Giulio Andreotti, calificó este tema de los agrios de "problema muy desagradable".

Tensión comercial

Willy Declerq, comisario europeo encargado del comercio exterior, afirmó que la actitud de la Administración Reagan "pone en cuestión la credibilidad de las declaraciones de Estados Unidos en favor del refuerzo del sistema comercial multilateral". El comisario europeo manifestó que espera "vivamente" que las autoridades norteamericanas reconsideren su decisión, "evitando así una fuente suplementaria de tensión comercial".

La CEE también se mostró sumamente insatisfecha con la apertura del mercado japonés a productos europeos. La Comunidad pidió al Gobierno de Japón que tome rápidamente las medidas necesarias para paliar esta situación, como ha prometido en varias ocasiones. Los diez piden también la liberalización de los mercados financieros japoneses y la internacionalización del yen.

En cuanto a las relaciones entre la CEE y el Comecon -cuyo establecimiento ha pedido esta última organización-, Andreotti aseguró que "hay un acuerdo de principio para abrir el coloquio". La CEE está dispuesta a un acuerdo, pero que se sume -y no que reemplace- a las fértiles relaciones bilaterales entre los países, frente a la pretensión del Comecon de "favorecer la cooperación entre las organizaciones".

En otro orden de cosas, los ministros de los diez no se pusieron ayer de acuerdo sobre el método de gestión de los programas mediterráneos integrados (PIM), destinados a paliar los efectos que el ingreso de España y Portugal puede provocar en las regiones más pobres de Grecia, Italia y Francia.