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Tribuna
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Desnudar al águila

Sergio Ramírez

Sabía que esa propuesta de gran refinamiento propagandístico sobre la libertad en abstracto y sus variaciones filosóficas, puesta en el conglomerado de argumentos agresivos de la Administración Reagan, sirve a la estrategia militar norteamericana tanto como los preparativos.. de invasión desde Honduras, con lo cual pasa a ser parte de las maniobras conjuntas; al fin y al cabo, Reagan sólo está luchando por devolver a los nicaragüenses la libertad que los sandinistas les han arrebatado y por, rescatarlos del infierno comunista. Y sirven además de bumerang humanista, para volver a Europa y a los mismos Estados Unidos y tocar allí la conciencia occidental en parlamentos, academias y periódicos. ¡En Nicaragua se están comiendo al individuo!Cuando un intelectual latinoamericano alza su pie para ir a endulzar los oídos occidentales con este reclamo filosófico, está cometiendo un chantaje descarado y jugando conscientemente en la retaguardia del águila, cuya estrategia militar también necesita de la apropiada seducción de la conciencia occidental, el águila que no tiene un pelo de tonta.

No se trata de que las libertades hayan sido suprimidas y que el individuo ya fue aplastado, sino que la concepción filosófica que sobre libertad e individuo los sandinistas guardan en secreto para mientras pueden aplicarla indica claramente cuáles son sus malévolas tendencias. Libertad e individuo verán su desaparición en un futuro cercano pero incierto, porque en las entrañas de las aves está escrito que Nicaragua será, tarde o temprano, un país totalitario. Y al ser así es por que el proyecto sandinista forma parte de la gran conspiración soviética por el dominio mundial: la virtud que el chantaje tiene es cerrarte las puertas del paraíso de Occidente, y de allí en adelante, a ganarte el pan con el sudor de tu frente.

¿Y todo para qué? Si quieres probar que no tienes tendencias totalitarias ni nunca se te han pasado semejantes pensamientos por la cabeza, acepta el reclamo o la dulce sugerencia de que es necesario hacerle unas cuantas concesiones más al águila, unos cuantos polluelos sangrantes más para apaciguarla mientras ronda, grazna y te clava las uñas, y para que no se siga dudando que tienes esas tendencias, no te acerques tanto a la Unión Soviética, no les aceptes nada, porque lo que quieren es acabar de seducirte, y Dios te libre de su petróleo; ¿para qué petróleo, si bien puedes alumbrarte con candiles? Al águila no le gusta la electricidad comunista.

La revolución confiscada, dicen algunos., La revolución traicionada, otros. ¿Dónde están los antiguos dueños de esa revolución? ¿Dónde los amantes traicionados? No es melodrama: sus cartas de amor las recibimos todos los días escritas con la sangre de nuestros niños de pecho destrozados por los obuses, con la sangre de nuestros niños descuartizados, que apenas estaban aprendiendo a caminar; si sabes de otra clase de humanismo que nosotros no conozcamos, ven y explícanoslo aquí, con todo el bagaje de Occidente.

Y como tenemos tendencias totalitarias, también hemos producido la escasez, la penuria, las colas; todo eso se debe nada más que a nuestra enemistad con las ideas de Occidente. Los sandinistas tienen que probar, para que se les crea, que son capaces de vivir en guerra y bajo la agresión, en medio de la abundancia y la prosperidad.

Niños de Berlín

Cuando mis amigos berlineses me relataban sus recuerdos de niño durante la guerra no olvidaban la sopa de cáscaras de papa por todo almuerzo y sus excursiones a recoger raíces que comían hervidas; y en Europa las colas para comprar lo que no había. En Nicaragua hay colas para comprar gasolina, faltan las medicinas, escasean los artículos importados, no hay repuestos para vehículos y si el águila sigue apretando las tuercas del boicoteo se pararán pronto los pocos ascensores que hay en Managua, dejarán de funcionar los aparatos de aire acondicionado.

Pero a lo mejor la penuria, las colas, la escasez se justifican en una guerra europea y son fenómenos anormales en un país sin museos ni bulevares, ni teatros de la ópera que bombardear, sin fábricas manejadas por robots y con tan pocas escuelas, sin academias ni orquestas sinfónicas, ni autopistas, ni pinacotecas; tan sólo humildes CIR (Centros Infantiles Rurales), CAR (Centros de Abastecimiento Rural), DAP (Depósitos Agrícolas Populares), CEP (Centros.de Educación Popular), URO (Unidades de Rehidratación Oral) que los ángeles guardianes de la cultura de Occidente destruyen todos los días y cuyas siglas no están en el lenguaje de la civilización de Occidente y no tienen, por tanto, categoría occidental-cristiana.

Las categorías de Occidente que sólo tienen que ver con el ser inmutable, acorazado por su libertad ontológica desde la hora de abrir el periódico sobre la mesa del desayuno hasta la hora en que reclina su cabeza sobre las almohadas de la tradición. Y nada de la voluntad, ni de los planes, ni de los sueños de jóvenes armados y mujeres milicianas, obreros que discuten y campesinos que aprenden, madres enlutadas y polvasales, breñales, baldíos, trochas, abras, lodo, caminos rurales, tumbas. Tumbas en todas partes.

Para terminar en que tu democracia no es una democracia; es que hiciste elecciones, pero demasiado tarde; las pudiste haber hecho antes. Y ahora que al fin las hiciste, el cierto que las ganaste, pero hay que hacerlas de nuevo.

La libertad, pero en concreto, para palparla, para acariciarla como un objeto sensual, como un cuerpo, sentirla, moldearla, defen derla. La libertad en la realidad, sacarla del barro, cocerla, darle forma. Y una democracia humilde que salga del mismo barro ensan grentado no me preguntes antes de tiempo a qué se parece; te lo voy a explicar cuando el barro esté coci do. Y mientras tanto, si no,ayudas a amasar, no estorbes.

Allí está ese hueco que hay que llenar. Cortázar poniendo pie en la costa que espera-con su relieve atormentado. La firma de Julio Cortázar. Hace falta Julio Cortázar.

es vicepresidente del Gobierno de Nicaragua y escritor.

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