España y la CEE no se ponen de acuerdo sobre la cuota de producción que tendrá la leche

"Hemos arrancado a la CEE la zanahoria, la patata de siembra para consumo humano y la pera Williams, declaró ayer el secretario de Estado para las Relaciones con la Comunidad, Manuel Marín. Sí "hay un acuerdo total sobre todos los flecos, a falta de algunas revisiones gramaticales". Pero no se pudo pactar, en el encuentro hispanocomunitario de ayer, lo más importante: las cuotas de producción de leche y tomate transformado. Marín volverá a Bruselas el próximo martes, para tratar los puntos que quedan. En cuanto a América Latina, España tuvo que conformarse con un mendrugo comunitario.

Sobre la leche, España tiene un problema, pues no sabe a ciencia cierta cuánto produce, ni lo sabrá hasta la instauracion del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Por tanto, estaría dispuesta a aceptar una cuota de producción equivalente al nivel teórico de 1983 (seis millones de toneladas). Esta es la oferta de la Presidencia italiana de la CEE, que otros países no han aceptado.Medio centenar de representantes del sector lácteo de la cornisa cantábrica se desplazaron ayer a Bruselas para hacer oir su punto de vista: que la definición de la cuota de producción quede para la próxima campaña, operación poco disimulada que intentan los negociadores españoles. Se concentraron por la mañana en los locales de la misión de España cerca de la CEE, y fueron desalojados por la policía, avisada por el casero y no por la delegación española.

En el plazo de un año tras la adhesión, por otra parte, desaparecerá la exclusividad de las centrales lecheras para la comercialización de la leche pasteurizada. El sector ha pedido una indemnízación al Estado de 3.000 millones de pesetas.

Firma del Tratado

En las relaciones con América Latina "ha habido una imposición de la Comunidad, a su riesgo y responsabilidad", declaró Marin. España pretendía algo más que una declaración -a decir verdad mejorada- de buenas intenciones. Pero sólo consigue unas mínimas ventajas para las importaciones de tabaco provenientes de esos países (aproximación en siete años del arancel español al comunitario), cacao (tres años de un contigente de arancel nulo de 10.000 toneladas) y café (40.000 toneladas). Y nada para los cefalópodos. "Son gestos pero muy cicatero?, dijo Marín. Respecto a otros temas, las regiones españolas más deprimidas tendrán acceso a la partida especial del Fondo Social de la CEE. Asimismo, el régimen comercial de Andorra se definirá en el curso de los dos años posteriores a la adhesión española. Esta, por otra parte, ya no sugiere que Espana tenga que firmar el Tratado de No proliferacion de Armas Nucleares.

Quedan otros asuntos por resolver, como los contigentes de exportaciones Canarias y las tarifas especiales para las íslas. También faltan detalles del régimen de Ceuta y Melilla, la cuota de tomate transformado (la CEE ofrece 654.000 toneladas y Espafla quiere 850.000) y la de algodón, en la que probablemente se llegue a un acuerdo sobre la cifra de 190.000 toneladas. Se avanza hacia una solución honorable para el Bristish Sherry (el Jerez británico). El Tratado de Adhesión, según Marín, ha de quedar completado para el 20 de mayo. A este fin, el secretario de Estado volverá a Bruselas en esa fecha y el 13 de mayo. El día definitivo de la firma -entre el 10 y el 13 de j unio- no ha sido aun fijado, a la espera de retocar el programa del Presidente mexicano, Miguel de Lamadrid, en su viaje a Europa.