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EDUCACIÓN

La universidad de Barcelona se encuentra en una situación de colapso económico, según el equipo rectoral

Francesc Valls

La universidad de Barcelona (UB) se encuentra al borde del colapso económico, según manifestaron fuentes del equipo rectoral. "La contabilidad y el ordenador escupen las facturas, para las que no hay fondos", declaró el vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos, Ramón Torrent. El vicerrector añadió que la universidad no puede afrontar los pagos de agua, gas y electricidad; los gastos de reparación y conservación de edificios e instalaciones, y la actividad docente de algunas facultades. La gravedad de la situación ha motivado una reunión de la junta de gobierno, que comenzó ayer por la tarde. Algunos decanos se han mostrado partidarios del cierre de facultades para que la Administración aporte soluciones definitivas.

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La situación de deterioro económico, que se arrastra desde 1984, motivó que antes de la aprobación de los Presupuestos del Estado para 1985 el rector, Antoni Maria Badia Margarit, se dirigiera por escrito al Ministerio de Educación y Ciencia, del que es titular José María Maravall, y al Departamento de Enseñanza de la Generalitat, que dirige Joan Guitart. Badia solicitaba que se ampliara la dotación presupuestaria para la universidad de Barcelona -una de las tres universidades de la capital catalana-, objetivo que no fue satisfecho. El problema se ha agravado ahora porque la Administración central se remite a la autonómica -que asumió los traspasos en materia de enseñanza superior el pasado marzo-, y la Generalitat arguye que las transferencias incluían la asignación de la UB.La universidad de Barcelona, que cuenta con casi 70.000 alumnos, tiene una subvención de 4.951 millones de pesetas en 1985, a la que hay que sumar 2.805 millones de pesetas por tasas académicas. El incremento medio de la aportación estatal a las universidades ha sido este año de un 10,45%, y la UB sólo ha obtenido un 5,95%.

El presupuesto de la Complutense de Madrid (UCM) -que también se encuentra por debajo de la media española- es de 12.529 millones. En 1984, la Administración subvencionaba a la Complutense con 99.000 pesetas por estudiante, mientras que la universidad de Barceloria sólo recibía 72.000 pesetas por alumno. Para situarla a nivel de las demás universidades españolas sería precisa una aportación adicional de más de 2.0100 millones.

"La principal partida presupuestaria es la de pagos al personal, que supone 6.650 millones de pesetas", explicó Torrent. "A ésta", añadió, "le sigue la de gastos de funcionamiento, que asciende a 1.130 millones de pesetas". Hasta ahora no ha habido cortes de agua o de luz.

Fuentes del Ministerio de Educación y Ciencia manifestaron ayer a este diario que la UB recibirá próximamente 700 millones de pesetas, 548 millones en concepto de dotación de nuevas plazas de profesorado y unos 100 millones en concepto de inversiones. Estos 548 millones, según medios de la UB, ya estaban contabilizados en las previsiones y, aunque alivian la situación, no suponen una solución. "Las universidades grandes", añadieron las fuentes del ministerio, "siempre están peor dotadas que las pequeñas, ya que en la relación subvención pública-alumno reciben menor ayuda aquellos centros que tienen más alumnos por clase, donde los gastos son menores".

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