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Bélgica culpa a España de la peste porcina

Andrés Ortega

Un turista belga que estuvo en España a finales de 1984 trajo a su regreso a Bélgica carne porcina (sin especificar en qué forma) que contenía peste africana. Tiró los restos y el embalaje en el terreno del vecino, donde se lo comieron los cerdos. Ésta es la explicación que ayer dlieron las autoridades veterinarias belgas para el brote de peste porcina africana en Bélgica que ha obligado a este país a suspender sus exportaciones en este sector al menos hasta el 24 de marzo.Los hechos ocurrieron en el pueblo de Hooglede, en Flandes Occidental, "y son un reconocimiento oficial de los orígenes del brote de peste", manifestó ayer a EL PAÍS el Ministerio de Agricultura belga. El primer brote se detectó el 6 de febrero, seguido de otros en otros lugares.

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Ante esta situación, la Comisión Europea ha decidido prohibir todas las exportaciones de cerdos y carne porciria belgas hacia el resto de la Comunidad Económica Europea hasta al menos el 24 de marzo, con medidas que van más allá de esta fecha para los focos de la peste. La Comisión ha ordenado la destrucción de 2.000 cerdos en los focos de infección, ha cerrado cinco mataderos y prohibido el transporte y la circulación de este tipo de productos en las zonas en cuestión.

Ayudas para almacenar

El sector en Bélgica estima que sus pérdidas ante estos acontecimientos ascienden ya a varios miles de millones de pesetas, y han pedido a la Comunidad Económica Europea ayudas al almacenamiento hasta que se levanten las restricciones. Bélgica exporta un 50% de su producción de cerdo.

Una prohibición total de sus exportaciones durante seis meses llevaría, según el sector, a un excedente de dos millones de estos animales.

La exportación de productos porcinos de España y Portugal hacía la Comunidad Económica Europea está prohibida desde 1960.

Éste es justamente uno de los temas calientes en las negociaciones de adhesión. España, en razón de que su plan de lucha contra la peste porcina durará cuatro años más, quiere, dado que no puede exportar, cerrar su mercado a las importaciones comunitarias.

Algurios paísesde la Comunidad Económica Europea que quieren exportar hacia España rechazan esta fórmula. Proponen o bien incluir al porcino entre los productos sensibles para los que se aplican mecanismos especiales a los intercambios tras la adhesión o bien garantizar unos precios pagados por las arcas comunitarias a los productores españoles si no consiguieran vender su producto, garantía que tendría un techo límite. La peste porcina afecta a los animales, pero no a la persona que consume estos productos.

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