Llamamiento del Parlamento Europeo para que España ingrese en la CEE en enero de 1986

La sesión plenaria en Estrasburgo del Parlamento Europeo aprobó ayer por unanimidad una resolución en la que invita, tanto a las instituciones de la CEE como a los países miembros y España y Portugal, a "superar sus rigideces" y hacer "todos los esfuerzos necesarios" para una "solución global" de los problemas que quedan por resolver en las negociaciones de adhesión. En sus considerandos, el Parlamento recoge "el interés general -político y económico- para la consecución de la ampliación de la Comunidad en el tiempo previsto del 1 de enero de 1986".

La resolución fue promovida por un grupo interpartidista de eurodiputados, con el socialista italiano Mario Dido a la cabeza. Dido apeló al "coraje político" por parte de los Gobiernos implicados.El fracaso en el cumplimiento del objetivo del 1 de enero de 1986 como fecha para el ingreso efectivo de los dos países candidatos, añadió Dido, "significará sobre todo una derrota gravísima para los que esperamos y creemos en Europa, en la perspectiva de la unión europea como instrumento para resolver no sólo nuestros problemas nacionales, sino también como factor de equilibrio y de "paz en el mundo".

Éste es el género de ideas que con más fuerza presentó el martes ante esta misma asamblea el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, cuando señaló que el fracaso de la ampliación de la CEE haría irrisoria toda aspiración a progresos por parte de una Comunidad a diez.

'Cumbre' decisiva

De cara a la crucial sesión maratoniana de negociación que tendrá lugar en Bruselas a partir del domingo, los embajadores de los diez han terminado sus reuniones de preparación, sin que surgieran novedades, salvo la de que el tema de la contribución española al presupuesto de la CEE será discutido en esta maratón por los ministros de los diez.

No hay aún fórmulas precisas, pero algunos países -Reino Unido, Francia, RFA y Holanda- quieren evitar que se produzca con el ingreso español un caso similar al de Grecia. Ésta consiguió una fórmula de reembolso del déficit natural -durante el período transitorio- entre lo que entrega a la CEE y lo que recibe de ella fijada de antemano, con cálculos equivocados, lo cual le ha permitido reembolsarse unos 120.000 millones de pesetas el año pasado.

En cuanto a las relaciones con los países del Mediterráneo que no pertenecen a la Comunidad Económica Europea, el comisario Claude Cheysson presentará para su discusión a partir del domingo, unas propuestas concretas para paliar los efectos negativos que provocará la adhesión.

Se trata al menos de garantizar el mantenimiento de las corrientes tradicionales de exportación de estos países hacia la CEE, con la aportación además de ayudas financieras. Si no hay otras sorpresas en curso.