El diplomático Palazón facilitó al juez la identidad de todos los presuntamente implicados en la evasión de capitales
La mayor parte de los implicados en el escándalo de la evasión de capitales descubierto por la Brigada de Delitos Monetarios son diplomáticos, a quienes Francisco Javier Palazón, principal encartado en elcaso gestionaba fondos. Sin embargo, el gobierno se vio sorprendido al comprobar que el escándalo salpicaba a personas de reconocido prestigio profesional, como Eduardo García de Enterría, aristócratas como el conde de Gamazo. Fue el propio Palazón quien facilitó al juez la identidad de todas las personas presuntamente implicadas en el escándalo. Ayer declararon ante el juez Joaquín Castillo y la condesa de Teba, que fueron puestos en libertad sin fianza. El Gobierno ha designado al fiscal de la Audiencia Nacional, Melitino García Carrero, como portavoz para que informe del caso.
El diplomático Francisco Javier Palazón facilitó al juez la identidad de todas las personas presuntamente implicadas en el escándalo de la evasión de capitales que ha conmocionado a la alta sociedad española. Estas personas son en su mayoría diplomáticos o profesionales relacionados con la carrera diplomática, como Salvador Bermúdez de Castro, Adolfo Martín Gamero, José Luis Pardos y Joaquín Castillo. También figuran otras personas, como Elena Verea Corcuera, condesa de Teba, y Miriam Figueroa. Las dos personas que declararon ayer ante el juez, Castillo y la condesa de Teba, fueron puestos en libertad sin fianza. El Gobierno ha designado al fiscal de la Audiencia Nacional, Melitino García Carrero, como portavoz para que informe del caso.La investigación del caso comenzó en septiembre del año pasado, momento en el que la Brigada de Delitos Monetarios pidió autorización judicial para intervenir varios teléfonos, ante la existencia de sospechas sobre una red de evasión de capitales. La Brigada de Delitos Monetarios, que dirige el comisario Cordón, depende orgánicamente de la Comisaría General de Policía Judicial y a su vez está adscrita al Servicio Ejecutivo de la Comisión de Control de Cambios del Banco de España, cuyo director es Emilio Rodríguez Román.
Emilio Rodríguez Román, de 54 años, militar perteneciente al cuerpo jurídico y licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y Económicas, fue gobernador civil de Segovia y de Guipúzcoa, titular de la Dirección General de Seguridad en 1976 y 1977 con el primer Gobierno de Adolfo Suárez y posteriormente fue nombrado presidente del Banco de Crédito a la Construcción.
18 detenidos
Rodríguez Román resultó herido gravemente de un disparo en la cabeza en un atentado atribuido a los GRAPO, el 7 de mayo de 1979 Su sustitución al frente de la Dirección de General de Seguridad se produjo días después de los secuestros del teniente general Emilio Villaescusa y del entonces presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol.
Según fuentes próximas a la investigación, hay actualmente 18 personas detenidas, que están siendo interrogadas, y se busca a otras personas, por el momento sin éxito. La identidad de los presuntos implicados, que son unos 36, pudo establecerse por medio de dos documentos encontrados en una maleta que el empleado de Palazón en Madrid, Carlos Varela Dopazo, tenía en su domicilio. También le fue ocupada una libreta con la identidad de las personas y las cifras relativas a las inversiones realizadas en España. Los dos documentos son dos estadillos con diversas partidas. Uno de ellos es de un tamaño similar a un folio y está integrado por varias columnas. En la primera figura una relación de pseudónimos, en gran parte nombres de flores, que corresponden a las cuentas en la banca Rothschild de Ginebra. En la segunda hay tres subcolumnas en las que consta una relación de dinero en francos suizos, dólares y marcos; y las siguientes columnas están dedicadas a los capítulos correspondientes a acciones, obligaciones y oro y plata.
El segundo estadillo, de una dimensión algo superior a un doble folio, consta de 14 columnas, en las que figuran relaciones de iniciales y pseudónimos con los que se identifican las cuentas en la Banca Rothschild; los números de cuentas corrientes en la Unión de Bancos Suizos, las inversiones en ambas entidades bancarias y otras dos columnas para observaciones. Las anotaciones no corresponden exactamente a una por persona, sino que algunas de ellas tienen varios apuntes, como GI, G2, G3 y G4. Éstos, al parecer, corresponden al conde de Gamazo, a cuyo nombre responde, presuntamente, el seudónimo Bijou (Joya, en francés). Esta misma persona tenía otros tres pseudónimos.
Palazón ratificó en su declaración la correspondencia existente entre los pseudónimos y las identidades respectivas. También existe una libreta, que le fue ocupada a Varela y que obra en poder de la Brigada de Delitos Monetarios, en la que el empleado de Palazón anotaba los nombres y las cantidades de dinero que le eran entregados en España.
Palazón, que hoy continúa la declaración ante el juez, explicó en su primera comparecencia el sistema para evadir el dinero, es decir el procedimiento de compensaciones bancarias. Sin embargo, fuentes que entienden del caso consideran que sí hubo extracción física de capitales de España, ya que es Pasa a la página 12
El diplomático Palazón facilitó al juez la identidad de todos los presuntamente implicados en la evasión de capitales
Viene de la página 11 muy improbable que en España se hayan realizado inversiones hasta un montante de 2.000 millones de pesetas.El diplomático Palazón se hizo responsable de todo el negocio y exculpó a Varela al señalar que es un empleado fiel, encargado de la oficina de la calle del Pintor Rosales 38, que estaba únicamente dedicado a las tareas administrativas.Otras declaraciones
El catedrático Eduardo García de Enterría, también supuestamente implicado, manifestó que era su mujer quien se ocupaba de los asuntos económicos de la familia, y él declaró desconocer todo lo concerniente a la posible evasión de unos 275 millones de pesetas. Su esposa, Amparo Lorenzo-Velázquez, implicó a su vez en el caso a su hija Ana, de 28 años y nacionalidad suiza, que vive en Ginebra y está casada con un periodista de aquel país. García de Enterría y su esposa se han personado ya como parte en las actuaciones
Juan Antonio Gamazo Arnús, conde de Gamazo, reconoció ante el juez que entregó a Palazón 50 millones de pesetas, 35 de los cuales estaban destinados para ser invertidos en España y 15 en el extranjero. Gamazo afirmó que su abuelo abrió una cuenta corriente en Suiza en 1920. El conde aseguró que él no había tenido conocimiento de esa cuenta, en dólares, hasta 1979, fecha en la que falleció su madre. En la herencia figuraba la cantidad de la cuenta en Suiza, que se había incrementado durante esos años en casi dos millones de dólares (360 millones de pesetas, al cambio actual). De acuerdo con los datos disponibles ayer, Juan Antonio Gamazo no declaró la cuenta a Hacienda para pagar el impuesto de sucesiones, no declaró tampoco los intereses, ni repatrió el dinero.
Por su parte, Carlos Varela ha reconocido que recogía sobres que contenían dinero de distintas personas. Su misión consistía en contarlo e introducirlo en una caja fuerte en la oficina de Pintor Rosales, 38. Realizaba frecuentes viajes a Suiza y estaba en contacto permanente con Palazón, que le daba instrucciones. Varela insiste en que desconocía el destino que Palazón le daba al dinero en Suiza, aunque los estadillos encontrados en su poder parecen desmentir este extremo.
Joaquín Castillo, marqués de Jura Real, fue embajador de España en Líbano hasta el 31 de agosto de 1984 y trabajó cierto tiempo con Palazón en el servicio exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores. En su declaración manifestó que está en una temporada de descanso, a la espera de destino, debido a las penalidades sufridas durante la guerra de Líbano. El dinero que ha ganado en el exterior lo tiene en Suiza, pero hace muchos años que vive fuera de España. El juzgado tiene intención de comprobar la veracidad de todos los extremos de su declaración, y ha sido puesto en libertad sin fianza.
Elena Verea Corcuera, condesa de Teba, de 77 años, está implicada por un montante de unos 28 millones de pesetas. Acudió al juzgado acompañada de su abogado, Vital Aza, y declaró ante el juez que no se acordaba de nada. Dijo que conoció a Palazón en Lausana (Suiza) cuando iba a asistir a un gran banquete. Estaba pensando en no acudir, cuando le llamó la anfitriona y le dijo que una persona muy culta y elegante iba a ir a buscarla. Esa persona resultó ser Palazón. Añadió que no ha tenido otra relación con él y que ignora la razón por la que Palazón la ha inculpado. El juez decretó su libertad sin fianza.
A la salida del juzgado se negó a hacer declaraciones y se tapó el rostro con las manos y algún periódico para evitar ser fotografiada. La condesa caminó durante unos 100 metros de esa manera, rodeada de una treintena de periodistas y fotógrafos. Durante el trayecto, a las preguntas de los informadores sobre si era ella la implicada, contestó: "es mi marido, es mi marido"; y se sujetó del brazo de su abogado, que le aconsejó que se callara. Igualmente, repitió en dos ocasiones: "¡Qué interesante!". Como camuflaje para. despistar a los fotógrafos, dio la vuelta al abrigo reversible que llevaba, pero no pudo evitar ser fotografiada.
Al juzgado acudieron también el conde Juan Antonio Gamazo, otros de los acusados, muy sonriente, con sombrero y un abrigo verde, y Carlos Varela. Ambos depositaron, mediante aval bancario, las fianzas de 25 millones y un millón de pesetas, respectivamente.
El abogado de Varela y de Palazón, Miguel Bajo, declaró a la salida del juzgado que había leído que el ministro Miguel Boyer afirma que este es uno de los escándalos más notables de los últimos años en España y eso es una opinión completamente equivocada. "Yo pienso dos cosas, o que el señor Boyer tiene más información que yo, lo cual sería sumamente lamentable porque a mí se me ha declarado secreto el sumario, o el señor Boyer no tiene ningún dato y ha realizado opiniones a la ligera y equivocadas", afirmó el abogado.
Para hoy está prevista la segunda comparecencia de Palazón, que deberá ser conducido al juzgado desde la prisión de Carabanchel; y la de otro presunto implicado apellidado Ardura, al que se acusa por una cantidad de 50 millones de pesetas.
Al parecer, hasta el miércoles siguiente, día 13, no habrá nuevas declaraciones. Para la fecha citada está prevista la declaración de la princesa Tessa de Baviera y de una mujer (al parecer, de nombre Miriam) apellidada Figueroa.
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico han sugerido que en el caso no existe únicamente evasión de capitales, sino ocultación de fondos a Hacienda para eludir el pago del impuesto sobre el patrimonio.
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