Palazón gestionaba los ahorros de 30 compañeros
Francisco Javier Palazón administraba los ahorros de 27 compañeros suyos, diplomáticos españoles, según coinciden en afirmar fuentes diplomáticas y gubernamentales. Los nombres de los diplomáticos supuestamente administrados por Palazón se encontraban en una lista que la Brigada de Delitos Monetarios ocupó a Carlos Varela, empleado del diplomático español encarcelado. En ningún momento, según fuentes diplomáticas españolas, esta brigada investigó en el Ministerio de Exteriores.En la lista figuraba el nombre de Adolfo Martín-Gamero, actual embajador de España en Suiza y ministro de Información y Turismo del primer Gobierno de la Monarquía. Algunos de los diplomáticos incluidos en la lista de Varela han sido llamados a declarar. Este es el caso de los directores generales de la Oficina de Cooperación con Guinea -Ecuatorial, Salvador Bermúdez de Castro, y de Cooperación Técnica Internacional, José Luis Pardos. Ambos, al ser llamados a declarar por la Brigada de Delitos Monetarios, presentaron ayer su dimisión al ministro de Exteriores, Fernando Morán, y les fue aceptada.
A mediodía de ayer, la Oficina de Información Diplomática (OID) del Ministerio de Asuntos Exteriores hizo pública una nota en la que afirma que "el cese de los citados funcionarios no prejuzga eventuales responsabilidades que sólo pueden establecerse por vía judicial". La nota no relacionaba explícitamente estas dimisiones con el caso Palazón.
Es probable que otros diplomáticos españoles sean llamados a declarar en los próximos días. Pardos y Bermúdez de Castro son los únicos entre diplomáticos relacionados con Palazón que desempeñaban en la actualidad altos cargos en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Pardos fue subdirector general de Cooperación Técnica y Científica cuando Palazón era director general de Cooperación Científica Internacional. Ninguno de ellos podrá ser acusado de evasión de capitales ya que los patrimonios de los diplomáticos españoles que supuestamente eran administrados por Palazón habían sido generados por sus sueldos durante sus destinos en el extranjero.
Sonaban como embajadores
En todo caso, según informó ayer una fuente del Ministerio Asuntos Exteriores, cabría la posibilidad de un delito fiscal, por no haber declarado sus patrimonios en el extranjero al regresar a España y no incluir los correspondientes dividendos en las declaraciones a Hacienda.
Los nombres de los dos altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores que cesaron ayer sonaban con insistencia como nuevos embajadores de España ante el Gobierno austriaco (José Luis Pardos) y ante la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington (Salvador Bermúdez de Castro).
Francisco Javier Palazón -que tenía entre sus compañeros fama de "lince para los negocios" según han recordado varios de ellos- ha hecho casi toda su carrera en puestos consulares o administrativos. Tras regresar de su puesto de cónsul adjunto en Buenos Aires -donde hizo una pequeña fortuna, beneficiado por los vaivenes económicos argentinos-, en 1970 pasó a trabajar en la Dirección General del Servicio Exterior.
Allí fue director adjunto de personal, director adjunto de administración y contabilidad y subdirector general de administración, así como tesorero de los consejos de las órdenes de Isabel la Católica y del Mérito Civil. De la Dirección General del Servicio Exterior, Palazón paso ya a ser cónsul general en Ginebra en 1975.
