Vida de intelectual

Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate nació en Madrid el 9 de junio de 1934, pero vivió sus primeros años en Santander, donde estudió el bachillerato con los hermanos de La Salle. Fue en esta ciudad donde entró en contacto con el mundo de la cultura, a través del grupo Proel, en 1951, con quienes descubre la poesía y se impresiona con la generación del 27. La suya es la biografia de un intelectual.Concluido el bachillerato, decide emprender la carrera sacerdotal en la universidad de Comillas. En esos años se entrega al estudio y a labores intelectuales, para encontra más adelante su primer conflicto a causa de sus lecturas de Ortega y de su correspondencia con Aranguren y Laín. A mediados de la década de los cincuenta se traslada a Múnich, donde encuentra a sus dos grandes maestros: Pascher y Sohrigen. Entra en contacto más tarde con los supervivientes de la Escuela Crítica, y viaja a Francfort, donde asiste a las clases de Adorno.

En los breves viajes que realiza a España, en 1958 y 1959, entra en contacto con la política. De aquellos años son sus contactos con el grupo fundacional del Frente de Liberación Popular y con Jorge Semprún. En 1962 regesa a España y empieza una acción pastoral en la iglesia de la Ciudad Universitaria, de Madrid, de la que resulta la publicación, en 1971, de la obra Sermones en España, después de año y medio de prohibición.

El resto de su vida ha sido subrayado por la presencia de la cultura y de la preocupación intelectual, que le ha llevado a dirigir Taurus, la editorial que en las últimas décadas acogió el pensamiento moderno español y europeo, y a desempeñar el cargo de director general de Música.

En 1969 deja el sacerdocio y pasa a la dirección literaria de la editorial Taurus. Ha traducido obras de Adorno, Walter Benjamin, Julien Green y del teólogo Karl Rahner. Fue también uno de los iniciadores del diálogo entre marxistas y cristianos. En marzo de 1978, Jesús Aguirre contrajo matrimonio con Cayetana de FitzJames y Stuart, duquesa de Alba.

En 1977 el Gobierno le nombra director general de Música, cargo que ejerció durante casi tres años. En marzo de 1984, el duque de Alba ingresó en la Real Academia de Bellas Artes, campo en el que ha desarrollado una labor de investigación que le llevó a descubrir dos cuadros inéditos de Ribera.