Nicaragua solicita a España "gestiones beligerantes" para evitar el fracaso del Grupo de Contadora

ANTONIO CAÑO Nicaragua ha pedido al Gobierno español, por medio de su embajador en Madrid, Orlando Castillo, "gestiones beligerantes" ante todas las partes involucradas en el conflicto centroamericano para evitar el fracaso de las iniciativas desarrolladas por el Grupo de Contadora (México, Colombia, Venezuela y Panamá), que se enfrenta a una de las crisis más serias de sus dos años de trabajo. La respuesta dada hasta el momento por altos funcionarios españoles es que "estamos considerando eso".

El embajador nicaragüense presentó el pasado lunes una nota verbal al Gobierno, a través de la directora general para Iberoamérica, Mercedes Rico, en la que exponía el difícil momento por el que atraviesa el grupo y solicitaba a España una acción decidida de cara a las reuniones que los países centroamericanos y los de Contadora deben celebrar los próximos días 14 y 15 de febrero en Panamá. En esa cita deberían quedar resueltas las dificultades que impiden la firma del acta de paz para Centroamérica."Hemos recibido muy bien las sugerencias de Nicaragua, pero no estoy en condiciones de dar ninguna respuesta, excepto que se van a tomar en consideración", manifestó ayer Mercedes Rico.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores comentaron que "lo que el Gobierno pueda hacer en el conflicto centroamericano y Contadora" sería tema de conversación en el encuentro mantenido ayer en Palma de Mallorca entre el presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente de México, Miguel de la Madrid, que hizo una escala en la capital balear de camino a Yugoslavia y la India.

Mercedes Rico comentó que la petición nicaragüense, "así como las de otros países de la zona y de Contadora", está siendo objeto de estudio por parte del Gobierno español, que mantiene también un diálogo "continuo" con Estados Unidos.

El Grupo de Contadora, cuya actividad está prácticamente paralizada desde el pasado mes de octubre, se ha visto negativamente afectado en los últimos días por la ruptura de las negociaciones que Nicaragua y Estados Unidos llevaban a cabo en la localidad mexicana de Manzanillo y por la crisis de las relaciones entre los sandinistas y Costa Rica, cuyo Gobierno ha amenazado con no acudir a las próximas reuniones de Contadora. Estados Unidos decidió romper las conversaciones de Manzanillo pocos días después de que el ministro de Asuntos Exteriores de México, Bernardo Sepúlveda, las relacionase directamente con el proceso de Contadora. Esta decisión dejó en mal lugar a la diplomacia mexicana y supuso un serio revés para el grupo cuatripartito.

Objetivos concretos

Las pretensiones concretas de Nicaragua, según fuentes diplomáticas centroamericanas, son que España ejerza su influencia para llevar a la práctica los acuerdos tomados a finales del pasado mes de septiembre en la reunión celebrada en San José de Costa Rica por los ministros de Asuntos Exteriores de Centroamérica con sus homólogos de la Comunidad Económica Europea, España y Portugal. "España no puede actuar sola", comentó la fuente citada. En la capital costarricense se decidió un apoyo activo al acta de paz de Contadora, que hasta ahora sólo ha sido admitida por Nicaragua.

Los países europeos preparan una nueva reunión con los países centroamericanos y de Contadora para el próximo mes de febrero en Roma. La fecha exacta no ha sido fijada hasta el momento, aunque es posible que se celebre antes del día 15.

Con el respaldo europeo, Nicaragua pretende que España intervenga ante Estados Unidos para intentar la reanudación de las conversaciones de Manzanillo y evitar la reanudación de la ayuda económica norteamericana a los guerrilleros antisandinistas que combaten al régimen de Managua en el Norte y el Sur.

Mercedes Rico manifestó que es negativo que se haya suspendido temporalmente un foro de diálogo, y nos gustaría que se reanudara". "Hemos recibido las explicaciones de Estados Unidos y esperamos que esto no perjudique a Contadora".

El Gobierno socialista ha manifestado siempre que su política en Centroamérica no es la de convertirse en protagonista, sino la de actuar en temas concretos en la medida en que se lo pidan los países directamente involucrados.

El trabajo del Grupo de Contadora se enfrenta también al obstáculo creado por el enfrentamiento entre Nicaragua y Costa Rica a propósito del desertor del Ejército nicaragüense José Manuel Urbina, que fue detenido el pasado 24 de diciembre al abandonar la Embajada de Costa Rica en Managua, donde estaba refugiado desde el mes de agosto.

El Gobierno de San José mantiene que Urbína fue sacado de allí a la fuerza, y solicita que su embajador en Managua mantenga una conversación en privado con el desertor para esclarecer el asunto, y ha amenazado con no acudir a las reuniones de Contadora si Managua no accede a ello. Las autoridades sandinistas han insistido en que Costa Rica no debe polemizar sobre este tema y que el joven detenido será sometido a las leyes nicaragüenses. El embajador hondureño en Madrid, Iván Romero Martínez, aseguró ayer que, aunque su Gobierno mantiene una actitud solidaria con Costa Rica en este caso, Honduras acudirá a la reunión de Contadora.