Películas de Herzog y Huston en el certamen ecológico de Tenerife

El Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza, uno de los pocos existentes de este género, abrió el lunes en Puerto de la Cruz (Tenerife) su tercera edición con un programa de carácter cultural. Anoche comenzaron las proyecciones. Para la apertura del festival se exhibió El país donde sueñan las hormigas verdes, la última obra de Werner Herzog. El domingo se clausura el certamen con la exhibición de la película Bajo el volcán, que John Huston presentó en el último festival de Cannes.

Se advierte en esta edición del certamen, un intento de mayor coherencia temática con la condición ecológica del mismo, puesta de manifiesto, además, en la conferencia pronunciada por José Segura, presidente del Cabildo de Tenerife, sobre un proyecto para erradicar los vertederos incontrolados. El festival viene precedido de una especial sensibilidad ciudadana en las islas sobre los riesgos de los vertidos radiactivos en el mar y otros atentados ecológicos.

La sección oficial de la muestra reúne, además de las citadas películas de Herzog y Huston, dos españolas, Tasio, de Ramón Armendáriz, y Sáhara, primer largometraje de Antonio Rodríguez Cabal.

El realizador Wolker Schlöndorf ha prometido a la dirección del festival que si alguna vez es localizada su primera película, un documental de 16 milímetros rodado en la isla canaria de Lanzarote, viajará al festival de Puerto de la Cruz para darlo a conocer. El deseo del director de El tambor de hojalata por recuperar el primer testimonio de su carrera cinematográfica no impedirá ver aquí en esta ocasión su última película, Un amor de Swan. Un documental clásico del cine ecológico, Koyaanisgatsi, de Godfrey Reggio, y otros exponentes del género, como Testamento final, y varias películas de Australia, Islandia y la URSS completan el programa de este tercer festival, que finalizará con Sesión continua, de José Luis Garci.

Tres años después de su creación —una vez superada una fase difícil, en la que estuvo a punto de naufragar por falta de medios—, el festival descansa aún sobre las espaldas del Ayuntamiento de la ciudad, quizá, como indicó su director, Alfonso Eduardo, por una cierta carga de responsabilidad ante la ausencia de su fundador, Francisco Afonso, el alcalde de Puerto de la Cruz, fallecido recientemente.