Los premios Octubre de literatura en lengua catalana se fallaron anoche en Valencia
El mallorquín Jaume Santandreu i Sureda con la novela Mamil la, encara, ganó anoche el premio Andrómina de narrativa en lengua catalana. El de poesía Vicent Andrés Estellés fue concedido al valenciano Joan Vicent Ciar i Camarena por Le sucrier velours. El premio Joan Fuster de ensayo fue otorgado a Joan Francesc Mira por la obra Crítica a la nació para. Los premios, bajo el genérico Octubre, están organizados por la editorial Tres i Quatre. Un total de 70 obras participaron en la edición de los Octubre correspondiente al presente año, que es la decimotercera. La convocatoria de los premios fue precedida de tres mesas redondas bajo el título genérico de Los países catalanes: un debate abierto.
El lingüista Joan Coromines participó con una ponencia que fue leída, pese a que él no acudió debido a su avanzada edad. Según la comunicación de Coromines, "una división geográfica en el dominio de la lengua catalana únicamente se ha mantenido fuertemente en un solo terreno: la toponimia, y un poco la antroponimia. En todo lo demás, dejes ligeros, transición suavísima, ninguna frontera".Como es tradicional, la variedad de poesía ha sido la que más participantes ha registrado, con un total de 41 originales presentados. En narrativa ha habido 21 y en ensayo 8. Esta última cifra se considera elevada para una variedad que tradicionalmente registra números de participantes inferiores a cuatro.
El Premio de Ensayo Joan Fuster está dotado con 500.000 pesetas, y su jurado de este año ha estado integrado por Josep Lluís Blasco, Manuel Ardit, Rafael Ribó, Lola Badia y Joan Carreres. El Premio de Narrativa Andrómina tiene la misma dotación económica, y sus jurados han sido Josep Iborra, Adolf Beltran, Josep Albanell, Ramon Barnils y Quim Monzó.
El Premio Vicent Andrés Estellés de Poesía es el de dotación más baja, con sólo 100.000 pesetas, y los miembros del jurado en la presente edición han sido Mariá Manent, Manuel Rodríguez, Jaume ValIcorba, Vicent Escrivá y Salvador Jáfer.
Las mesas redondas sobre Los paíes catalanes: un debate abierto estuvieron divididas en tres sesiones. La primera se centró en los condicionamientos históricos, la segunda en la comunidad lingüística y la tercera en la comunidad cultural. La ponencia de Coromines se leyó en la segunda sesión, en la que participaron también Antoni Maria Badia i Margarit, Antoni Ferrando, Aina Moll y Vicent Pitarch.
El texto de Coromines, bajo el título La unidad de la lengua como hecho científico, reflexiona sobre el caso del valenciano como procedente del catalán de los repobladores, y la influencia que en algunos aspectos, como el toponímico, ha podido tener el sustrato mozárabe. El lingüista señala que "todo el dominio de nuestra lengua constituyó, desde los tiempos de Jaime I, un inmenso tonel, un gran vaso comunicante. Ósmosis por todas partes y en todos los sentidos. Los mozarabismos se situaron hacia el Norte. En otros casos, la actitud refractaria de los Canals, de los Ausiás, de los Turmeda, hizo que el léxico valenciano, o insular, o tortosino se mantuviese en algunos detalles más intransigente que en ninguna parte contra las infiltraciones de este tipo"."En la toponimia", señalaba Coromines, "sí encontramos en algunos lugares -Tollos, Campello Muro, Betxí, Moraira, Costitx: Xerta, ectétera-, robustos y copiosos mozarabismos, mientras que en otros, como Toll, Campell, Morera, desde las Sierras del Camp de Tarragona, eso cesa bruscamente".
"Nuestra lengua es una"
Por lo que respecta a la antroponimia, "hay incluso algunos casos en formas vulgares o acariciativas de los nombres de persona, como Tono o Ximo. Todo eso es respetable; forma parte de una tradición hondamente nuestra, valenciana, y por tanto catalana. Pero eso ya no es la vida de la lengua"."Nuestra lengua", concluía Coromines, "es una. El valenciano es el catalán de los valencianos: los hechos y la voluntad son comunes. No dejemos que los árboles nos oculten el bosque".
La tercera mesa redonda, que cerró el ciclo, incluyó intervenciones de Miquel Batllori, Isidor Marí, Jordi Carbonell, Josep Iborra, Emili Balaguer y Joan Francesc Mira.
Babelia
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