Con un recital del tenor José Carreras se inició anoche el Festival de Otoño en Madrid

Con la actuación del tenor José Carreras se inauguró ayer el Festival de Otoño de la comunidad de Madrid. En el Teatro Real no había rincón o escaloncillo que no estuviera ocupado por el público, con lo que hablar de super lleno resulta exacto. Asistió al concierto la reina doña Sofía acompañada por el ministro de Cultura y señora de Solana, presidente de la comunidad, alcalde y el delegado del Gobierno de la comunidad autónoma de Madrid. Antes de comenzar la audición musical, el actor José Bódalo leyó con extraordinario, primor un breve, sustancioso y lúcido pregón escrito por Enrique Llovet.

Luego, cantó José Carreras. El Teatro Real se tornó hervidero de aplausos y aclamaciones. Verdaderamente, el tenor catalán lució las grandes cualidades que lo han convertido en una de las primerísimas figuras mundiales de la lírica. Si la entrada con La boheme ya mostró la delicadeza expresiva y la capacidad modulatoria de la voz de Carreras, en el "ah sí, ben mio" de El trovador, la tensión y el impulso crecieron hasta desembocar en la lírica-dramática de El corsario, de Verdi, la grave y sostenida emoción de El Cid de Massenet, los contrastes dentro de la gran curva melódica del lamento en La arlesiana, de Cilea o el "adiós" del acto cuarto de L'Herodiade massenetiana.A medida que aumentaba la tensión del gran cantante y las interpretaciones demostraban sus diversas posibilidades, se elevaba también el entusiasmo del auditorio que, tras aplaudir muchos minutos, consiguió una propina de zarzuela perfectamente cantada por José Carreras: la romanza de La tabernera delpuerto, de Sorozábal. Corno hace unas semanas en Santander, se ha reproducido en Madrid el homenaje clamoroso del público a Carreras, tal y como sucede allí donde él actúa. Un grupo de la orquesta de RTVE asistió al cantante bajo la discreta dirección del francés Jacques Delacóte.