_
_
_
_
_

Un 'desaparecido' argentino afirma que falsificó en la cárcel un pasaporte para Licio Gelli

Un superviviente de las cámaras de tortura y cárceles clandestinas de la Escuela de Mecánica de la Armada de Argentina, unidad técnica naval situada en el barrio norte de Buenos Aires, liberado pocos días antes de que asumiera el Gobierno Raúl Alfonsin, se presentó ante un juez civil y acompañó su denuncia con fotos de los represores, del lugar y de algunos desaparecidos. Afirma también haber sido obligado a falsificar un pasaporte para Licio Gelli, jefe de la logia masónica clandestina Propaganda Dos (P-2).Víctor Basterra, un joven obrero gráfico, fue secuestrado junto con su esposa y su pequeña hija en la madrugada del 10 de agosto de 1979 por un grupo, de hombres armados al mando de los oficiales navales Dunda y Peyón. Desde aquel día permaneció desaparecido hasta diciembre del año pasado. Le torturaron durante 20 horas y sufrió dos paros cardiacos que fueron controlados por el capitán médico de navío Carlos Capdevilla, a quien apodaban Tommi.

Su esposa y su hija, también torturadas, fueron liberadas en diciembre de 1979, y a Basterra le sometieron desde entonces a un proceso que los integrantes de los grupos de tareas llamaban de recuperación. Le trasladaron a una dependencia de la División de Inteligencia para que colaborara en la impresión de documentación falsa destinada a civiles y militares.

Tiempo después, al reconocer su foto en un periódico, se dio cuenta que uno de los pasaportes falsificados era para Licio Gelli, el cerebro de la P-2 que se había fugado en agosto de 1983 de una cárcel suiza. Ello le permitió obtener mensajes manuscritos firmados por los represores en los que se habla de la capucha (sótano donde estaban los secuestrados).

La documentación se acompaña con 73 fotos, las primeras que se conocen, de los miembros de esos grupos armados que actuaban en la escuela. Cada uno está identificado por su apellido real y por su nombre de guerra.

En la lista de acusados figura el capitán Astiz, llamado Ángel Rubio, quién a pesar de estar acusado de secuestrar a dos monjas francesas y del asesinato de una joven sueca, aún sigue en libertad.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_