La presidenta de las Madres de Mayo acusa a Alfonsín de ser blando con los militares

La presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo acusa al presidente del Gobierno argentino, Raúl Alfonsín, de ser un demagogo, "porque atiende a las madres de los detenidos desaparecidos que están en España, pero no a las de aquí". Hebe Pastor de Bonafini considera la puesta en libertad de los militares detenidos como "una provocación para todo el pueblo argentino".

Pregunta. El Gobierno ha autorizado un programa de televisión preparado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, recriminó al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas por la lentitud en los procesos, mantiene abierta la instancia civil para continuar los juicios. ¿No valora usted ni reconoce en parte la intención de resolver legalmente el problema?Respuesta. Si el Gobierno habla tanto de democracia no se puede esperar otra cosa. Pero es poco. La intervención previa del ministro del Interior en el programa sobre los desaparecidos fue un desastre, por las barbaridades que dijo. El informe fue incompleto, faltaron nombres de los represores y fuerza en los testimonios. Faltaron las Madres, porque no fuimos invitadas a participar. Además, no hubo una propuesta clara. Alguien tendría que haberse preguntado qué vamos a hacer para que "nunca más" pase eso. Y la única propuesta que cabe es de lucha, de resistencia.

P. ¿Cómo juzga la acción del Gobierno?

R. En cuanto pasaron los primeros días de Gobierno ya vimos que el presidente Alfonsín no iba a tomar las medidas que le pedimos Entonces dije que eso era muy grave, porque demostraba que Alfonsin alcanzó el Gobierno, pero los militares mantenían el poder. Hoy, lamentablemente, se ve que teníamos razón. Más que nunca creo que no van a castigar a nadie. Esta mañana he escuchado por la radio que ya se prepara también la libertad del general Camps.

P. ¿Las Madres mantienen todavía contactos con el Gobierno?

R. La última audiencia fue hace tres meses, con el ministro del Interior. El presidente no ha vuelto a recibirnos. En nuestra marcha de hace dos meses pedimos antes que nos atendiera alguien responsable, y cuando llegamos a la casa de Gobierno no había nadie. La secretaria de Alfonsín me envió luego una carta disculpándose, pero eso no sirve de nada. También hemos pedido al Congreso que nos conceda un espacio breve de tiempo para dirigirnos a las Cámaras, y tampoco hemos obtenido respuesta. Los funcionarios ni siquiera dicen sí o no.

P. De todos modos, en poco tiempo más la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas tendrá que entregar las denuncias recogidas a la justicia y...

R. ¡Pero si esas denuncias ya están en los juzgados desde hace años! Bastaría con que Alfonsín diga: "Señores, den curso a todos los hábeas corpus presentados" para que se investigue qué pasó con cada uno de los desaparecidos. Pero el poder judicial está detenido en el tiempo. La comisión Sábato no hará más que presentar nuevamente lo que ya se sabe, y esto se demorará aún más.

P. ¿Qué puede pasar si continúan las excarcelaciones?

R. Se va a repetir la historia. Los asesinos sueltos de hoy son los golpistas de mañana. Esto es una provocación para todo el pueblo argentino. No se puede seguir mintiendo por el mundo lo que aquí ya no se puede ocultar. Una señora me decía el otro día: "Fui a comer a un restaurante donde estaba Videla. Yo creí que lo habían detenido, ¿cómo es posible que no sea así?