Los gritos de las Madres de Mayo ensombrecen la conmemoración de la independencia argentina
Los gritos y estribillos entonados por un grupo de Madres de Plaza de Mayo y militantes de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que reclamaban por la aparición con vida de los detenidos desaparecidos, se escucharon dentro de la catedral de Buenos Aires en momentos en que se celebraba la misa por el aniversario de la independencia argentina, a la que asistía el presidente Raúl Alfonsín, los miembros de su Gabinete, los comandantes de las tres Fuerzas Armadas y dirigentes de distintos partidos políticos.El Gobierno en pleno, encabezado por el presidente, se dirigió a pie desde la Casa Rosada hasta la catedral en medio de una cerrada guardia del regimiento de Granaderos a Caballo y de su escolta personal.
Las Madres, con sus pañuelos blancos atados a la cabeza, cantaron entonces "Alfonsín, vos sos el presidente, decíle a los milicos que devuelvan a nuestra gente", mientras el resto del público gritaba consignas de apoyo y coreaba el nombre de Raúl Alfonsín.
Una vez concluida la misa, oficiada por el cardenal primado de Argentina, monseñor Juan Carlos Aramburu -considerado como uno de los responsables del silencio que mantuvo la Iglesia frente a la represión desatada por la dictadura militar-, el presbítero Alberto Gravier leyó la homilía mientras desde fuera llegaba el coro de las Madres que pedía "¡Castigo a los culpables!" y recordaba el quinto mandamiento: no matarás.
A la salida de la catedral el grupo de madres y jóvenes que se hallaba en la Plaza de Mayo, frente al templo, agitó una pancarta en la que podía leerse: "Juicio y castigo a los culpables" y ante los dirigentes civiles y altos jefes militares cantaron: "Ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables". El austero desfile militar con que se cerró el acto fue acompañado por el abucheo y los silbidos de los manifestantes. Al paso de los efectivos de la Policía Militar, Granaderos a Caballo, Regimiento de Patricios, Fuerza Aérea y en particular de la Escuela de Mecánica de la Armada, el grupo les insultaba y gritaba "¡Asesinos, asesinos!".
La conmemoración del 1682 aniversario de la independencia argentina, declarada en la ciudad de Tucumán el 9 de julio de 1816, se inició en la mañana del lunes con un desayuno ofrecido por el presidente en su residencia.
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