Argentina recibirá al menos 15.000 millones de pesetas del Banco Exterior de España en créditos para la compra de bienes de equipo

Hasta el mismo momento en que los presidentes de los gobiernos español y argentino, Felipe González y Raúl Alfonsín, respectivamente, firmen el comunicado oficial definitivo, no se conocerá el montante final de créditos comerciales que nuestro país concederá a Argentina. La cantidad que la delegación técnica argentina ha solicitado era de 300 millones de dólares (45.000 millones de pesetas), de los cuales ayer era prácticamente seguro que se concediesen 105 millones (más de 15.750 millones de pesetas) correspondientes a una línea de préstamos abierta desde 1979 por el Banco Exterior, y que había quedado caducada. No obstante, en medios solventes no se descarta que la negociación política mantenida ayer a nivel de presidentes elevase sustancialmente el volumen final de créditos comerciales de que dispondrá Argentina.La cifra de los 300 millones de dólares fue solicitada hace aproximadamente un mes, en la última visita que el ministro de Asuntos Exteriores argentino, Dante Caputo, hizo a Madrid. Quince días más tarde se reunió en Buenos Aires la comisión mixta hispano-argentina, presidida en el caso de España por el secretario de Estado de Comercio, Luis Velasco, y, aunque se abordó el terna, no se concretó. Ahora, en la visita de Raúl Alfonsín, se actualizó la petición de créditos.

En cualquier caso, lo que las comisiones técnicas de ambos países están negociando son líneas de crédito comercial para la compra de bienes de equipo españoles y nunca créditos blandos (concedidos en condiciones fuera de mercado, esto es,- a tipos de interés bajos o con plazos de amortización largos).

Preocupación por el FMI

En concreto, se trata de actualizar una línea de crédito al comprador que se creó en 1979 en el seno del Banco Exterior de España con un volumen total de 300 millones de dólares. De esa cantidad se utilizaron 195 y quedaron cancelados, por fuera de plazo, los 105 millones restantes. En este momento se trata de volver a poner en vigencia esos 105 millones de dólares, también para la compra de bienes de equipo.

Sin embargo, no se descartaba que por motivos políticos -"que nadie puede desconocer"- la negociación entablada ayer a nivel de presidentes diese como resultado una ampliación de las líneas de crédito. Ahora bien, en fuentes de la Secretaría de Estado para el Comercio (dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda) no se ocultaba ayer el resquemor y la preocupación con que se ve desde España la polémica que se mantiene en Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El rechazo del plan de austeridad propuesto por el organismo y la presentación de un plan alternativo en el que no existe un fuerte sacrificio salarial son causas -a prior¡, pendientes de una ampliación- de que, desde el punto de vista estrictamente económico, "no se deban conceder a Argentina más préstamos que los previstos, mientras este país continúe en proceso de renegociación de su deuda exterior".

El presidente Alfonsín está manteniendo, además de los contactos oficiales, entrevistas y audiencias con algunos banqueros. Así, por ejemplo, el pasado lunes asistió a una recepción en la que estaba presente el presidente del Banco Central, Alfonso Escámez, junto con otras 60 personas. Escámez volverá a verse con el presidente argentino hoy mismo. Precisamente ayer, Escámez declaró que el riesgo que su banco tiene con Argentina es de 82 millones de dólares.

La deuda de Argentina con España se eleva a 1.470 millones de dólares (alrededor de 220.500 millones de pesetas) y es, después de México, la nación latinoamericana a la que se ha prestado una mayor cantidad de dinero. La deuda que Argentina tiene contraída con instituciones financieras españolas supera los 220.000 millones de pesetas, a los que habría que añadir casi 53.000 millones de pesetas de pólizas contratadas con la Compañía Española de Seguro del Crédito a la Exportación (CESCE) para cubrir la financiación de una parte de las exportaciones a Argentina y otra cantidad importante derivada de las operaciones de financiación de exportaciones no aseguradas por la CESCE.