Inquietud en Bruselas ante las fuertes discrepancias sobre el capítulo agrícola, considerado de trascendental importancia

Serias preocupaciones empiezan a cundir en medios comunitarios, especialmente por parte del verdadero órgano negociador, el Consejo de Ministros de la CEE, ante el retraso que se va apoderando de la negociación con España, especialmente en el crucial capítulo agrícola. Es en este contexto en el que, en parte, se sitúa el viaje a Madrid del vicepresidente de la Comisión Europea, Lorenzo Natali, al que los diez han encargado de intentar lograr llegar a un lenguaje común con España.La respuesta española a la declaración comunitaria sobre el capítulo agrícola, según las fuentes consultadas, no ha satisfecho a ninguno de los Estados miembros. Al hablar España de la necesidad de estrictos contigentes en el comercio de productos agrícolas, los países del Norte se enfrentan a España. Al rechazar España el sistema de fases o etapas para la integración del sector hortofrutícola, los países del Sur de la CEE no se muestran dispuestos a hacer concesiones.

Natali, según estas fuentes, intenta ahora buscar un lenguaje común sobre el cual pueda trabajar la Comisión al preparar un proyecto de contrapropuesta que aproxime las posiciones. Se trata de incidir en el lenguaje, ambiguo en ciertos casos -como al hablar de períodos de convergencia-, utlizado por España.

Hasta el momento, los enfoques de la Comunidad Económica Europea y de España parecen diferentes, con lo cual se ha perdido tiempo. La Comisión, tras su propuesta sobre el vino, debe ahora elaborar un proyecto sobre las materias grasas, y muy especialmente sobre el aceite de oliva.

En principio, la Comunidad Económica Europea tendría que haber entregado ya esta respuesta sobre la agricultura y una declaración completa sobre la pesca. Las fuentes consultadas indican que es poco probable que, dadas las dificultades, la CEE entregue ahora su declaración de pesca el 25 de mayo en la sesión de negociación a nivel de suplentes.

El tema del acceso a las aguas comunitarias puede quedar resuelto si antes se encuentra una fórmula para Portugal. Pero la cuestión de los acuerdos españoles con países terceros plantea grandes quebraderos de cabeza a los diez, dadas sus implicaciones financieras.

Asimismo, el capítulo de Asuntos Sociales tiene problemas. La CEE sigue insistiendo en un período transitorio de 10 años para la libre circulación de los trabajadores, y la República Federal de Alemania se resiste a equiparar las prestaciones sociales de los trabajadores españoles en aquel país las de los alemanes. La próxima visita del canciller alemán, Helmut Kohl, a Madrid puede, sin embargo, disipar este punto.

Finalmente, se ha decidido que no habrá sesión de negociación extraordinaria en agosto. Ha sido fijada otra para el 3 de septiembre y una suplementaria para octubre, que quizá sea conjunta para España y Portugal. El difícil capítulo de las relaciones entre estos dos países tras la adhesión aún no ha sido abordado.