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El Primero de Mayo en el Mundo

150.000 chilenos se manifiestan en Santiago contra la dictadura de Pinochet al de grito "democracia ahora"

La primera concentración sindical del Primero de Mayo en los últimos 10 años reunió ayer en el parque O'Higgins de Santiago de Chile a más de 150.000 trabajadores, que exigieron democracia ahora" bajo la dirección del Comando Nacional de Trabajadores. El líder minero Rodolfo Seguel, presidente del Comando, fue el único orador del acto y realizó un alegato por la unidad en la lucha. Treinta personas resultaron heridas y 80 detenidas al finalizar los actos en Santiago, en los enfrentamientos con la policía. El prefecto de los Carabineros de la zona central de Santiago, Renato Rodríguez, fue ingresado en un hospital en estado grave, según la agencia Efe. En Concepción, a 500 kilómetros al Sur de Santiago, diez personas resultaron heridas.

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Mientras los asistentes al acto pedían a voces la huelga general contra el régimen militar, el presidente, general Augusto Pinochet, hablaba ante un grupo de trabajadores que construyen una presa hidroeléctrica en Colbun, un pequeño pueblo andino, 400 kilómetros al sur de Santiago.Este acto oficial, que por primera vez en el presente régimen se efectuó fuera de Santiago, se realizó bajo estrictas medidas de seguridad. Una huelga de los trabajadores de este complejo hidroeléctrico hace poco más de un año fue reprimida por el Gobierno de Pinochet y terminó con el despido de 1.500 huelguistas y su reemplazo por parados.

Personal de la policía del régimen temía que Pinochet tuviera que hacer frente a protestas en su contra, como le ocurrió durante un acto similar en la ciudad de Punta Arenas, hace tres meses. "El Gobierno debió abandonar Santiago. Hoy, el señor general se fue de la capital. Muy pronto se irá del Gobierno", aseguró Seguel a la multitud, que coreaba el popular estribillo: "Y va a caer, y va a caer".

Seguel, en nombre del comando que reúne a todos los sindicatos opositores al régimen militar, propuso la creación de una .mesa de concertación social, en la cual la totalidad de los gremios y sectores sociales del país "fijen los términos del plan de movilización social, determinen objetivos comunes de lucha e impulsen acciones conjuntas. de la oposición sin exclusiones".

Aunque no lo dijo, Seguel se refería a la próxima protesta nacional fijada para el 11 de mayo y en una huelga general prevista para un fecha aún no fijada, pero dentro de un plazo de 90 días. "Queremos ni más ni menos que la democracia ahora, porque la democracia para los trabajadores es como el aire para respirar. Hemos acordado el paro nacional para rescatar la democracia y nada nos apartará de ese objetivo", advirtió.

Seguel recordó que en el último año se convocaron ocho protestas contra Pinochet y se elaboraron dos documentos completos con las peticiones de los trabajadores, que hicieron llegar al Gobierno. "No hemos tenido respuestas ni las tendremos, mientras dure esta dictadura", dijo Seguel, quien agregó que los trabajadores desean que el Gobierno comprenda que no puede seguir en el poder en contra de la mayoría nacional.

Entre los asistentes a la concentración estaban los principales dirigentes de los partidos políticos opositores, incluyendo al socialista Manuel Almeida, presidente del Movimiento Democrático Popular, quien hace sólo dos semanas salió de la cárcel, tras dos meses de reclusión por haber convocado un paro a comienzos de febrero.

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