_
_
_
_

La reunión de Venecia termina con un llamamiento a la unidad cultural europea

El director de EL PAÍS intervino en la sesión de ayer

Juan Arias

ENVIADO ESPECIAL, Las palabras utopía, realismo, ilusión y memoria histórica se han mezclado estos días en los discursos y debates de los congresistas que han discutido en la Fundación Cini, de Venecia, sobre la hipótesis de una unidad europea construida desde el concepto de cultura considerada en un sentido amplio y global. El congreso fue clausurado ayer por la mañana por el presidente de la Comisión Europea. Gaston Thorn, después de que el periodista francés Alain Touraine leyese, en nombre de los 60 reunidos, un manifiesto en favor de la unidad cultural de Europa que resume las conclusiones del congreso.

Mientras que el sociólogo francés Jacques Revel, director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París y codirector de Annales, afirmaba que "la imaginación puede disipar todos los obstáculos a los proyectos más imposibles", Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS, único representante español en el congreso, prefirió hacer una enérgica llamada al realismo político. Cebrián afirmó que mientras intelectuales de toda Europa se ha bían reunido para discutir sobre la propia identidad, existe ya un proyecto de Europa unida predeterminado y que funciona, dijo "muy a nuestro pesar y de manera espeluznantemente automática".Este proyecto, explicó el direc tor de EL PAÍS, es "el que se basa sobre el dólar como verdadera unidad de cambio en nuestra economía, sobre el poder de los ejércitos norteamericanos como verdadera disuasión armada frente a nuestros agresores y el de la utilización del inglés como verdadero vehículo del diálogo europeo".

A quienes habían defendido con calor que la unidad europea "o será cultural o no se hará", Cebrián recordó entre irónico y amargo que, "históricamente, la unidad de Europa ha sido hecha siempre más por las armas que por la cultura". Y en un congreso en el que se había advertido como una poderosa remoción freudiana el problema de los misiles, Cebrián afirmó que, "aunque sea una vulgaridad decirlo, los cohetes nucleares de medio alcance, los organismos supranacionales y superestructurales de la política y de las armas, y la existencia del poder nuclear tal y como lo conocemos, han hecho de Europa una utopía antes que un proyecto". Y subrayó: "Incluso si éste se presentara como un proyecto utópico".

Durante las sesiones un tema fijo ha sido el de la lengua.

En este terreno, el director de EL PAÍS se refirió al problema de España, donde "la lengua, vehículo de entendimiento y de diálogo en sus comienzos, ha devenido entre nosotros en la primera de las armas agresivas del nacionalismo". Por eso, añadió, para los españoles suena a bizantinismo la discusión sobre si existen o no lenguas nacionales europeas, ya que en España además del castellano, existen el catalán, el gallego y el vasco, y ésta ni siquiera es de origen románico.

Frente a estas dificultades reales que mueven a no pocos intelectuales "a la angustia de llegar a preguntarse si no será Europa ya una cuestión periclitada", el director de EL PAÍS planteó el interrogante sobre la aportación que están dando los medios informativos para salir del atolladero de una Europa edificada y construida sobre nuestras cabezas. Y aquí la crítica de Cebrián fue más radical, al afirmar que hoy el único periódico verdaderamente, europeo que existe es The International Herald Tribune, que "ofrece la visión americana de Europa y del mundo".

Uno de los escritores más jóvenes que intervino, el alemán Hans C. Buch, planteó que había que preguntarse por qué los jóvenes europeos de hoy se sienten más atraídos por la nueva América "sin historia" que por su propio continente. Y quiso subrayar que quizá la "no unidad cultural", más que una debilidad, es una fuerza, ya que la unidad monolítica es la que reina tras el telón de acero.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_