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Tribuna
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De la sátira a Haendel al escándalo barcelonés

Berlín, 31 de agosto de 1928. En el teatro Am Schiffbauerdamm se estrena Die Dreigroschenoper (La ópera de perra gorda o de tres peniques, como se la ha traducido, entre otros títulos, al castellano). Se trata de una adaptación de la Beggar's opera, escrita por John Gay, con música de Pepusch, y estrenada en Londres en 1728. La traductora del texto al alemán es Elisabeth Hauptmann, y los padres de la criatura, los adaptadores, son Bertolt Brecht y el músico Kurt Weill. Según Ernst Schuhmacher -citado por Feliu Formosa en su prólogo a la edición de La ópera de perra gorda, que Aymá publicó en 1965-, "más que la celebración del segundo centenario de la Beggar's opera, lo que indujo a su adaptación fue el renacimiento que desde 1920 experi mentó en Alemania la ópera de Haendel. El renacimiento haendeliano", sigue diciendo Schuhma cher, "estaba al servicio de la reac ción política(...). Los partidarios de la nueva música, especialmente los compositores de izquierdas, vie ron en la renovación de la ópera de Haendel un intento de resucitar el culto feudalista por la ópera, la ópera seria, con sus dioses, héroes, reyes, figuras de la fábula y el mundo mitológico; la leyenda, el milagro en sentido cristiano, la ópera de magia y espectáculo, con su texto incomprensible, a menudo de procedencia italiana".La intención de Gay al escribir la Beggar's opera era, por supuesto, satirizar las óperas de Haendel, pero además -y por consejo de Swift, como nos aclara Formosa en el citado y estupendo prólogopretendía identificar la high life londinense con el mundo del hampa, con la low life. Y en verdad que le resultó facilísimo. Otro tanto hizo Brecht, pero trasladando la acción de la Inglaterra del siglo XVIII a la victoriana de finales del XIX.

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Teatro de repertorio

Die Dreigroschenoper, estrenada por una compañía la mar de heterogénea -el papel de Mackie lo interpretaba Herald Paulsen, un célebre actor de opereta; el de la señora Peachum, Rosa Valetti, una cantante de cabaret, y el de Jenny, Lotte Lenya, la mujer de Weill-, alcanzó un gran éxito. Hoy, a los casi 60 años de su estreno, y después de la versión cinematográfica que realizara Pabst -y que no gustó a Brecht-, Die Dreigroschenoper ha entrado a formar parte del repertorio de los principales teatros del mundo. Se ha convertido en un clásico y los songs de Brecht y Weill se han popularizado en el mundo entero.Barcelona, 12 de noviembre de 1963. En el Palau de la Música Catalana se estrena -estreno absoluto en España- L'òpera de tres rals, versión catalana de la Dreigroschenoper brechtiana, realizada por Joan Oliver. Feliu Formosa se encarga de traducir los songs. La Agrupació Dramática de Barcelona -que Jordi Coca ha calificado recientemente como un "intento de teatro nacional"- fue quien estrenó la versión catalana de la obra de Brecht. La ADB había nacido en 1955 y su primer espectáculo había sido L'Apol lo de Bellac, dirigido por Pau Garsaball. L'òpera de tres rais habría de ser el último. El 2 de diciembre de 1963, la policía clausuraba los locales del Palau Dalmases y quedaban suspendidas las actividades de todas las instituciones catalanas alojadas en el mismo: Omnium Cultural, ADB, Institut d'Estudis Catalans y L'Obra del Ballet Popular.

El estreno de L' òpera de tres rais se demoró considerablemente. En realidad, debía haberse estrenado en mayo de 1963, pero los poderes públicos -que llegaron incluso a prohibir el estreno- no lo hicieron posible hasta noviembre de aquel año. Se dieron dos representaciones -el 12 y el 13-, que constituyeron un verdadero éxito. La dirección del montaje fue de Federic Roda, y la musical, de Ros Marbà. El personaje de Mackie era interpretado por Salvador Escamilla, y entre los innumerables actores que intervenían en el reparto figuraba el nombre de Albert Boadella, en el grupo de mendigos y policías, a cargo del departamento de pantomima de la ADB. La versión de Oliver y Formosa fue publicada, el mismo año 1963, en el número 18 de los Quaderns de Teatre ADB, que editaba Fontanella, SA.

Dos años más tarde, en marzo de 1965, Die Dreigroschenoper vuelve a representarse en Barcelona, esta vez en versión castellana (La ópera de tres peniques, de Anie Renie y Enrique Ortembach). La obra se presentó en el Poliorama, bajo la dirección de José María Loperena. Luis Aguilé interpretaba el personaje de Mackie, secundado por Carlos Lemos (J. J. Peachum), Amparo Soler Leal (Polly Peachum) y Sonia Bruno (Lucy). No tuvo éxito; incluso hubo un conato de pateo el día del estreno.

"En ambas ocasiones (el estreno de la versión catalana y de la castellana) se ha producido", escribe Feliu Formosa, "el curioso fenómeno de que la crítica despreciara la reacción del público y maltratara a éste. La primera vez, porque aplaudió; la segunda, porque protestó ( ... ). Esta contradicción de la crítica", sigue diciendo Formosa en 1965, "no hace más que revelar el alejamiento que existe entre un tipo de teatro y el público mayoritario: un tipo de teatro oficial, alejado del pueblo, y un público alejado del teatro, que en ocasiones se manifiesta colectivamente ante una representación que le interesa". Hoy, en 1984, la división entre el teatro oficial y el pueblo parece -o puede parecer- superada: la nueva versión de L'òpera de tres rals, también con la firma de Oliver y Formosa, se estrena en el Romea, sede del Centre Dramátic de la Generalitat. Veremos lo que ocurre.

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