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El rearme nuclear

Una 'crisis de Cuba' a la inversa

El despliegue de los 572 euromisiles norteamericanos en cinco países europeos de la OTAN necesitará cinco largos años

Andrés Ortega

Las negociaciones se han interrumpido -quién sabe por cuánto tiempo, y EE UU ha comenzado ya a desplegar en Europa sus misiles Pershing 2 y de crucero. Con ello, la OTAN podrá alcanzar objetivos en el propio territorio de la URSS. Es un salto cualitativo cuyas, consecuencias sobre el conjunto de las relaciones Este-Oeste son aún difíciles de discernir. Pero algún diplomático en la OTAN ha hablado ya de una "crisis de Cuba al revés". El proceso del despliegue occidental durará cinco años si no se llega a un acuerdo negociado entre Washington y Moscú. Cinco largos años en los que se espera que la tensión no se traduzca tanto en la propia estructura interna de la OTAN y en la opinión pública occidental como en un nueva relación con el Pacto de Varsovia. La nueva realidad puede imponer otros cánones de conducta a ambas partes.

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Cinco largos años tardará EE UU, salvo acuerdo entre Moscú y Washington, en desplegar los 572 misiles Pershing 2 y de crucero en cinco países de la OTAN. Sólo hay dos fechas oficiales: diciembre de 1983, para la operatividad de los primeros artefactos, y diciembre de 1988, para los últimos. El calendario, entre tanto, no es preciso y responde a una combinación de criterios políticos y militares.El ritmo del despliegue dependerá de las negociaciones, si las hay, y de los planes que la OTAN que no revela a nivel oficial. Pero a finales de este año habrá 41 euromisiles operativos: 16 de crucero en el Reino Unido y otros tantos en Italia -aunque cabe una duda en este caso-, y nueve Pershing 2 en la República Federal de Alemania (RFA).

El proceso de un despliegue requiere varias fases. La primera es la de la llegada de los componentes necesarios para preparar la infraestructura de la base, las comunicaciones, los refugios y también el alojamiento para el personal, entre otros, además de renovar, si es necesario, los muy importantes accesos por carretera, ya que estos misiles, y muy especialmente los de crucero, necesitan ser desplegados fuera de la base para su disparo. La segunda fase es la llegada de los vehículos lanzadores para el Pershing 2 o los remolques de cuatro tubos de los cruceros. La tercera fase es la llegada propiamente dicha de los misiles y el ensamblaje de la cabeza nuclear. La cuarta y última fase son las pruebas, en trenamientos para la dispersión de los vehículos fuera de la base y la formación última del personal (son norteamericanos los encargados de los misiles, pero necesitan apoyo local). Los misiles ya son operativos y pasan a integrarse en los planes y mandos de la OTAN

Preparación de las bases

En el Reino Unido, los primeros 16 misiles serán operativos en diciembre en la base aérea norteamericana de Greenham Common, que, finalmente, albergará a 96 de crucero. Esta es una. base situada a un centenar de kilómetros al oeste de Londres. En 1988, otros 64 misiles de crucero serán desplegados en la base de las fuerzas aéreas británicas de Molesworth, cerca de Cambridge.

La Cámara de los Comunes dio el pasado 31 de octubre su aprobación en este tema al Gobierno conservador por una cómoda mayoría.

La RFA no ha revelado nunca oficialmente las bases donde se desplegarán estos misiles. Pero para los Pershing 2 está claro que serán las. mismas que albergaban y albergan a los Pershing 1 que vienen a remplazar, y cuyas instalaciones utilizarán. De hecho, los Pershing 2 son sumamente móviles. De esta forma, 36 Pershing 2 -nueve de ellos operativos en diciembre a cargo de la 56ª Brigada de Artillería de Campaña de EE UU- son para la base del Ejército de Tierra norteamericano de Mutlangen, en la periferia de Schwabisch Gmünd. Otros 36 Pershing 2 irán a Heilbronn, cerca de Stuttgart, y otros tantos a Neu Ulm, cerca de Ulm, en Baviera. Este proceso de despliegue de 108 Pershing 2 en la RFA, el único país que acogerá a este tipo de misil, debería quedar completado en otoño de 1984.

A la RFA deben llegar además 96 misiles de crucero, se supone que a la base de las fuerzas aéreas norteamericanas en Bitburg, cerca de la frontera con Luxemburgo. Esta base alberga ya armas nucleares tácticas del 36º Grupo de Caza, y los misiles de crucero allí destinados deberían llegar en 1986. También se ha citado en este contexto la base de Hunsruck. El Bundestag apoyó, por 286 votos a favor frente a 226 en contra y una abstención, las tesis del Gobierno de coalición democristiano-liberal.

Cambia la vida ciudadana

En Italia, los primeros de los 112 misiles de crucero que le han sido asignados llegarán en diciembre al sur de Sicilia, donde en marzo podría quedar terminada la base de Comiso, cerca de la pequeña ciudad de mismo nombre (con una población de 55.000 habitantes). Es una antigua base que está. siendo renovada y que albergará a unos 2.000 norteamericanos y a unos 700 italianos.

El 15 de diciembre ganó en el Parlamento la votación sobre los euromisiles, frente a la oposición de comunistas, radicales y extrema izquierda.

Quedan los dos países más conflictivos, Bélgica y Holanda, que deberían recibir sus correspondientes misiles de crucero (48 en cada país) en 1985 y 1986, respectivamente. La base elegida en Bélgica es la de Florennes, que tendrán que desalojar algunos de los militares belgas que la habitan, se halla cerca de Charleroi, en una zona relativamente densa de población. Para empezar, se va a cortar una carretera. La base en Holanda es la de Woensdrecht, a 20 kilómetros al norte de Amberes, cerca de la frontera belga.

El precio total de la preparación de estas bases ascenderá a 1.200 millones de dólares (180.000 millones de pesetas), de los que EE UU pagará un 80%, y el resto irá a cargo de los fondos de infraestructura de la OTAN. El coste de los misiles lo cubre EE UU en su totalidad.

Se calcula que para los 572 euromisiles serán necesarios 10.000 militares norteamericanos, acompañados de otros tantos familiares, lo cual no dejará de tener un notable efecto en la vida de los alrededores de las bases. El coste de mantenimiento de todo ello será de 1.000 millones de dólares (150.000) al año.

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