Alta rentabilidad diplomática para la Union Soviética
El Kremlin sigue contemplando con gran moderación los acontecimientos que se desarrollan en la isla de Granada, de los que, muy probablemente, puede sacar una alta rentabilidad diplomática, según se comenta en los mentideros moscovitas. La agencia oficial Tass -que llegó a afirmar el martes que fuerzas británicas habían entrado junto a los norteamericanos en la pequeña isla caribeña- se hacía eco ayer, de que "incluso" Margaret Thatcher había mostrado su desagrado:Algunos observadores occidentales en Moscú llegan a encontrar coincidencias entre el lenguaje usado por la Prensa soviética para condenar la invasión de Granada y el empleado por la Casa Blanca después de la entrada de los soviéticos en Afganistán, hace casi cuatro años. Cinismo e hipocresía son los dos objetivos más frecuentes entre los esgrimidos estos días por la Prensa de Moscú.
Si bien hasta hace no mucho las críticas lanzadas por el Kremlin a la Casa Blanca se hacían desde posiciones defensivas -especialmente, a raíz de que la defensa aérea de la URSS derribara hace casi dos meses un jumbo, surcoreano sobre la isla de Sajalín, los últimos acontecimientos ponen a Moscú en posiciones propagandísticas más favorables.
Nuevamente, el Kremlin encuentra graves diferencias de criterio entre Washington y sus aliados y esto puede reportarle importantes beneficios. La invasión de Granada -se comenta en Moscú- coincide además con el estancamiento sufrido por la Casa Blanca en el conflicto de Líbano, en el que parece condenada a hundirse cada vez más. Ante esto, los medios de comunicación soviéticos han funcionado con gran eficacia: si se la compara con sus niveles habituales, la cantidad de información dada por la Prensa soviética sobre los últimos acontecimientos del Caribe puede ser considerada exhaustiva.
Sin esconder cierta satisfacción, los medios de comunicación de la URSS han reiterado que la entrada de los marines en la pequeña isla de Granada supone un definitivo desenmascaramiento de la política de la Casa Blanca y se ha aprovechado el momento para recordar las reivindicaciones de los derechos humanos recientemente hechas por Washington.
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